Más de 160 trabajadores de la salud de Gaza, incluidos más de 20 médicos, permanecen detenidos en instalaciones israelíes, de acuerdo con la organización no gubernamental palestina Healthcare Workers Watch (HWW). La institución confirmó la detención de 162 miembros del personal médico durante el conflicto, mientras otros 24 trabajadores de la salud han sido reportados como desaparecidos tras ser sacados de hospitales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también ha monitoreado la situación y verificó que un total de 297 trabajadores sanitarios de Gaza han sido detenidos desde el inicio del conflicto por las fuerzas israelíes. No obstante, HWW maneja cifras aún más altas, indicando un total de 339 profesionales en detención. La OMS ha expresado una profunda preocupación por el bienestar y la seguridad de estos trabajadores esenciales.
Testimonios de los detenidos han revelado múltiples alegaciones de tortura, maltratos físicos y condiciones inhumanas dentro de los centros de detención israelíes. Según un abogado que representa al Dr. Hussam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, este último fue torturado, golpeado y se le negó tratamiento médico durante su encarcelamiento. Otros siete médicos han relatado experiencias similares, afirmando haber sido capturados mientras trabajaban en hospitales o dentro de ambulancias, y posteriormente sometidos a hambre, golpes y otros tratos crueles.
El caso del Dr. Mohammed Abu Selmia, quien estuvo recluido durante siete meses, ha sido especialmente llamativo. Según su relato, recibió golpes con culatas de rifles, ataques de perros y fue retenido en condiciones deplorables, sin suficiente acceso a agua, alimentación ni medidas de higiene básicas.
La situación de los detenidos ha generado un fuerte pronunciamiento tanto de la OMS como de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (UN OHCHR). Ambas instancias han instado a Israel a liberar a los trabajadores sanitarios retenidos y a poner fin a cualquier práctica de tortura o desaparición forzada en este contexto.
Además de las denuncias sobre el trato a los detenidos, se ha documentado que al menos 60 palestinos han fallecido en cárceles israelíes desde que comenzó el conflicto, lo que subraya la gravedad de las condiciones de los centros penitenciarios. Esta situación ha provocado una crisis en el sistema de salud en Gaza, al limitar drásticamente a su personal médico. De acuerdo con reportes, la ausencia de profesionales calificados ha derivado en un incremento significativo en muertes prevenibles y sufrimiento generalizado en la población civil, ya de por sí afectada por el conflicto.
Israel ha defendido sus acciones alegando que algunos hospitales han sido utilizados como centros de comando por Hamas. Sin embargo, la ONU ha declarado que no se han proporcionado pruebas que respalden esta afirmación, mientras continúa creciendo el llamado de diversas organizaciones para garantizar la seguridad y derechos de los trabajadores sanitarios en la región.