Las protestas en Alemania han alcanzado una escala sin precedentes, con más de 100,000 personas manifestándose en ciudades como Frankfurt y Hanover, y cifras similares en Berlín, Munich y Colonia. Estas manifestaciones son una respuesta directa a la revelación de que miembros del partido AfD discutieron planes para la deportación masiva de migrantes y ciudadanos de origen extranjero que no se hayan integrado adecuadamente. La noticia de estas reuniones, que incluyeron a figuras de la extrema derecha y neonazis, ha causado una ola de indignación en todo el país.
El partido AfD, conocido por su postura antiinmigración, ha confirmado la asistencia de sus miembros a estas reuniones, pero niega haber adoptado el proyecto de "remigración" promovido por Martin Sellner, líder del Movimiento Identitario de Austria. Sin embargo, la presencia de estos miembros en tales discusiones ha sido suficiente para encender la mecha de las protestas. Los manifestantes, que incluyen a políticos, líderes religiosos y entrenadores de la Bundesliga, han salido a las calles bajo lemas como "Nunca más 1933", "Contra el odio" y "Defender la democracia".
Las manifestaciones, que comenzaron el fin de semana pasado en Berlín y Potsdam, han ido ganando fuerza y se han extendido a otras ciudades. En Munich, la afluencia de manifestantes fue tan grande que los organizadores tuvieron que cancelar una marcha planeada y pedir a la gente que se dispersara por razones de seguridad. En Colonia, se estimó que 70,000 personas se unieron a una protesta, mientras que en Bremen, la policía local informó que 45,000 personas se manifestaron en el centro.
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