El sector inmobiliario en Colombia ha registrado una preocupante contracción en las ventas de vivienda durante el primer trimestre de 2024, alcanzando el nivel más bajo en los últimos 15 años con solo 32,017 unidades vendidas. Esta disminución del 17.7% con respecto al mismo periodo del año anterior destaca una tendencia de desaceleración que no se observaba desde 2011. Guillermo Herrera, presidente de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), subraya que esta situación es un reflejo de los desafíos macroeconómicos que enfrenta el país, incluyendo altas tasas de interés y una reducción en la capacidad de compra de las familias tras la pandemia.
A pesar de los esfuerzos por dinamizar el mercado, los lanzamientos de nuevos proyectos también han disminuido drásticamente, con una caída del 34% comparado con el año anterior, mientras que las iniciaciones de obra se han reducido en un 26.7%. Este retroceso en las etapas iniciales de la construcción de viviendas anticipa posibles efectos a largo plazo sobre la disponibilidad de vivienda nueva en el mercado.
La Asobancaria ha expresado su preocupación por la caída continua de los desembolsos para compra de vivienda, reflejando un declive de 16% en 2023 en comparación con el año anterior. Este descenso en la financiación podría tener implicaciones serias para el sector de la construcción y el mercado inmobiliario en general, afectando la capacidad de recuperación económica del país.
Los expertos advierten que sin un cambio significativo en las políticas de vivienda y una mejora en las condiciones económicas generales, es probable que la industria de la construcción continúe enfrentando un entorno desafiante. Es crucial que el gobierno y los sectores relacionados tomen medidas para revitalizar este sector vital, fundamental para el bienestar económico y social de Colombia.