En un estudio pionero que involucra 40 muestras de semen humano de hombres sanos en Jinan, China, se descubrió una contaminación generalizada por microplásticos. La investigación identificó ocho tipos diferentes de plásticos, con el poliestireno como el más prevalente, seguido del polietileno y el PVC. Este hallazgo se suma a la creciente evidencia de la ubicuidad de los microplásticos en el cuerpo humano, destacada previamente en sangre, placentas y leche materna. Los microplásticos, materiales diminutos de menos de 5 milímetros, no solo afectan a seres humanos sino también a otros organismos, impactando la salud de la fauna marina y terrestre y alterando diversos ecosistemas alrededor del mundo.
Los efectos potenciales de estos microplásticos en la salud humana son motivo de preocupación. Investigaciones en ratones han demostrado que la presencia de microplásticos puede reducir significativamente el recuento de espermatozoides, causar anomalías y provocar alteraciones hormonales. El estudio sugiere que los microplásticos pueden estar provocando inflamación en los tejidos o ejerciendo impactos químicos adversos.
Además de afectar la fertilidad, los microplásticos podrían tener consecuencias graves para la salud cardiovascular. Médicos han reportado un riesgo considerablemente elevado de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y muerte prematura en personas con vasos sanguíneos contaminados por microplásticos. Este hallazgo resalta la necesidad de abordar la contaminación por plásticos a nivel global.
La comunidad científica y más de 180 naciones están actualmente en negociaciones para un tratado de la ONU que busca regular el uso del plástico y mitigar su contaminación. Mientras tanto, la exposición a microplásticos sigue siendo inevitable debido a su omnipresencia en alimentos, agua y aire. Los microplásticos han sido hallados en algunos de los lugares más remotos del planeta, como el Monte Everest y la Fosa de las Marianas, subrayando la magnitud del problema.
Un estudio publicado en 2017 indicó una "impactante" disminución en los recuentos de espermatozoides entre hombres occidentales, relacionando esta tendencia con posibles productos químicos ambientales. La Unión Europea, respondiendo a la amenaza creciente, está buscando endurecer las legislaciones sobre contaminación por microplásticos, ejemplificado por la reciente crisis en Galicia, España, donde grandes cantidades de pellets plásticos llegaron a las costas de la región.
En un estudio pionero que involucra 40 muestras de semen humano de hombres sanos en Jinan, China, se descubrió una contaminación generalizada por microplásticos. La investigación identificó ocho tipos diferentes de plásticos, con el poliestireno como el más prevalente, seguido del polietileno y el PVC. Este hallazgo se suma a la creciente evidencia de la ubicuidad de los microplásticos en el cuerpo humano, destacada previamente en sangre, placentas y leche materna. Los microplásticos, materiales diminutos de menos de 5 milímetros, no solo afectan a seres humanos sino también a otros organismos, impactando la salud de la fauna marina y terrestre y alterando diversos ecosistemas alrededor del mundo.
Los efectos potenciales de estos microplásticos en la salud humana son motivo de preocupación. Investigaciones en ratones han demostrado que la presencia de microplásticos puede reducir significativamente el recuento de espermatozoides, causar anomalías y provocar alteraciones hormonales. El estudio sugiere que los microplásticos pueden estar provocando inflamación en los tejidos o ejerciendo impactos químicos adversos.
Además de afectar la fertilidad, los microplásticos podrían tener consecuencias graves para la salud cardiovascular. Médicos han reportado un riesgo considerablemente elevado de accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y muerte prematura en personas con vasos sanguíneos contaminados por microplásticos. Este hallazgo resalta la necesidad de abordar la contaminación por plásticos a nivel global.
La comunidad científica y más de 180 naciones están actualmente en negociaciones para un tratado de la ONU que busca regular el uso del plástico y mitigar su contaminación. Mientras tanto, la exposición a microplásticos sigue siendo inevitable debido a su omnipresencia en alimentos, agua y aire. Los microplásticos han sido hallados en algunos de los lugares más remotos del planeta, como el Monte Everest y la Fosa de las Marianas, subrayando la magnitud del problema.
Un estudio publicado en 2017 indicó una "impactante" disminución en los recuentos de espermatozoides entre hombres occidentales, relacionando esta tendencia con posibles productos químicos ambientales. La Unión Europea, respondiendo a la amenaza creciente, está buscando endurecer las legislaciones sobre contaminación por microplásticos, ejemplificado por la reciente crisis en Galicia, España, donde grandes cantidades de pellets plásticos llegaron a las costas de la región.