El impactante suceso ocurrió cuando un poderoso tornado azotó Clarksville, Tennessee, arrancando el techo de la casa móvil de la familia Moore y succionando la cuna donde dormía el pequeño Lord. Sydney Moore, la madre del bebé, relató cómo su pareja intentó agarrar la cuna, pero ambos, padre e hijo, fueron atrapados por el tornado. En un acto desesperado de protección, Sydney se lanzó sobre su otro hijo, de un año, mientras las paredes de su hogar colapsaban a su alrededor.
La familia, atrapada bajo los escombros de su casa, logró salir milagrosamente con vida. Tras una búsqueda frenética en medio de la lluvia torrencial, encontraron al pequeño Lord en un árbol caído, un hallazgo que Sydney describió como un milagro. A pesar de la destrucción total de su hogar y pertenencias, todos los miembros de la familia sobrevivieron con solo cortes y moretones.
Este evento no solo destaca la fuerza destructiva de los tornados, sino también la increíble resistencia y la voluntad de supervivencia. La historia de Lord se ha convertido en un símbolo de esperanza y milagro en medio de la devastación causada por el tornado, que dejó un rastro de destrucción en Tennessee y se cobró varias vidas.