La reforma tributaria en Colombia, presentada por el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, busca recaudar $12 billones con el fin de cubrir vacíos en la estructura tributaria y combatir la evasión fiscal. Esta reforma se centrará en sectores como juegos de suerte y azar en línea, así como en importaciones de vehículos híbridos, que actualmente se benefician de exenciones consideradas inadecuadas.
El objetivo de recaudo de $12 billones es crucial para financiar la inversión pública y reactivar la economía. La medida afectará aproximadamente a 1.000 personas en Colombia que tienen ingresos anuales superiores a $1.500 millones. Bonilla destacó que ninguna persona asalariada alcanza estos niveles de ingreso, por lo que la clase media no se verá perjudicada.
La reforma introduce un impuesto a los llamados "super ricos", aplicable a quienes ganen más de $120 millones mensuales. Además, para personas naturales con ingresos anuales superiores a $1.500 millones, la tarifa del impuesto de renta aumentará del 39% al 41%.
En cuanto al impuesto de renta corporativo, se propone una reducción gradual, exceptuando a los sectores de petróleo y carbón. Específicamente, la tasa nominal del impuesto de renta para pequeñas y medianas empresas se reducirá progresivamente hasta el 27% para microempresarios.
El gasto público es otro aspecto crítico abordado por Bonilla, quien enfatizó que no es viable recortar esta área debido a su carácter inflexible. En 2025, se proyecta que el gobierno deberá destinar $106 billones para pagar la nómina del Estado.
El ministro resaltó que la reformulación del sistema tributario es una medida necesaria para garantizar la inversión pública sin tener que recurrir a recortes que afectarían significativamente el presupuesto inflexible del país. La seguridad fiscal y la equidad social se presentan como pilares fundamentales en esta iniciativa, que busca una distribución más justa de la carga impositiva.