La agencia internacional de calificación crediticia Moody's ha ratificado la calificación de Colombia en Baa2, permitiendo que el país mantenga su grado de inversión. Sin embargo, la perspectiva de la calificación ha cambiado de estable a negativa, en respuesta a varios desafíos macroeconómicos que enfrenta la nación.
Según el informe publicado por Moody's, la decisión de cambiar la perspectiva se basa en el débil crecimiento económico y el sostenido aumento en el costo de endeudamiento, factores que podrían impactar negativamente en la gestión fiscal y el perfil crediticio del país. La calificadora enfatizó en las condiciones adversas a nivel macroeconómico que limitan la capacidad de crecimiento de Colombia a corto plazo y aumentan la incertidumbre económica.
En medio de este contexto, Moody's reconoció los esfuerzos del Gobierno colombiano por disminuir el costo fiscal de los subsidios al combustible, así como por controlar y estabilizar los niveles de endeudamiento. La agencia subrayó la importancia de la institucionalidad del país y la independencia en la política monetaria del Banco Central, aspecto que ha sido un punto a favor en la evaluación crediticia.
También es relevante que Moody's destacó los recortes de gasto realizados por el Gobierno como parte de las estrategias para cumplir con la regla fiscal. Estas acciones han sido clave para mantener a raya los niveles de endeudamiento y preservar la estabilidad fiscal en un contexto de presión económica.
Durante la evaluación, representantes de Moody's llevaron a cabo una visita al Ministerio de Hacienda para discutir las preocupaciones sobre el panorama fiscal de Colombia. Esta visita formó parte del proceso de revisión en el que se basa la ratificación de la calificación y el cambio de perspectiva.
La modificación en la perspectiva a negativa pone de manifiesto la necesidad urgente de mantener la sostenibilidad fiscal y macroeconómica en un entorno de desafíos constantes. Moody's resalta la importancia de la calificación crediticia al ser un indicador significativo del riesgo país y su capacidad para atraer inversiones internacionales con condiciones favorables.
Este ajuste en la perspectiva es una llamada de atención para el Gobierno y las autoridades económicas de Colombia, subrayando la necesidad de continuar y profundizar en las políticas que apunten a la estabilidad y crecimiento económico de manera sostenible.