El Papa Francisco, el 267.º pontífice de la Iglesia Católica y primer papa latinoamericano, murió a los 88 años el 21 de abril de 2025 a las 7:35 a.m. (hora local) en su residencia dentro del Vaticano. El anuncio oficial fue realizado por el cardenal Kevin Farrell.
Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio en Buenos Aires en 1936, fue elegido papa el 13 de marzo de 2013 tras la renuncia de Benedicto XVI. Su papado de 12 años se caracterizó por un énfasis en la pobreza, la justicia social y la crítica al capitalismo, así como por esfuerzos de reforma de la Curia Vaticana. Es el primer jesuita en ocupar el cargo y el primero en tomar el nombre Francisco, en honor a San Francisco de Asís.
El deterioro de salud del pontífice se agravó a partir del 14 de febrero de 2025, fecha en la que fue hospitalizado en el Policlínico Agostino Gemelli, en Roma, por una crisis respiratoria que derivó en neumonía bilateral. Permaneció internado durante 38 días, la hospitalización más extensa de su pontificado, hasta ser dado de alta el 23 de marzo de 2025. Tras su regreso al Vaticano, la salud de Francisco no mejoró y finalmente falleció en la Casa Santa Marta.
Su última aparición pública ocurrió el 20 de abril de 2025 en la bendición Urbi et Orbi desde la Plaza de San Pedro, donde se le observó visiblemente fatigado. El día previo a su deceso sostuvo un breve encuentro con el vicepresidente estadounidense J.D. Vance.
El anuncio de la muerte fue seguido por el repique de campanas en las iglesias de Roma. De acuerdo con el protocolo vaticano, el funeral se celebrará entre 4 y 6 días después del fallecimiento. El cuerpo será expuesto para recibir el homenaje de los fieles y la ceremonia seguirá el protocolo simplificado que Francisco impulsó, enfocado en la humildad y el servicio.
Durante su pontificado, Francisco enfrentó dificultades y críticas desde sectores progresistas y conservadores, especialmente en temas vinculados a la sexualidad, el manejo de abusos clericales y la administración eclesiástica. Su salud vulnerable fue una constante, pues sufrió problemas respiratorios desde joven, incluyendo la extirpación parcial de un pulmón en 1957.
La noticia de su muerte marca el cierre de una etapa significativa en la historia contemporánea de la Iglesia Católica, con la expectativa del cumplimiento de los últimos rituales y la elección de su sucesor conforme a la normativa actual.