Mundo

Mujer de 98 Años Recorre 10 Kilómetros a Pie para Escapar del Asedio Ruso en Ucrania

Lidia Stepanivna, una mujer ucraniana de 98 años, ha logrado escapar sola de su pueblo ocupado por fuerzas rusas, recorriendo casi diez kilómetros a pie bajo el fuego de artillería, utilizando solo sus zapatillas y un bastón.

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Mujer de 98 Años Recorre 10 Kilómetros a Pie para Escapar del Asedio Ruso en Ucrania

Lidia Stepanivna, una mujer ucraniana de 98 años, ha logrado escapar sola de su pueblo ocupado por fuerzas rusas, recorriendo casi diez kilómetros a pie bajo el fuego de artillería, utilizando solo sus zapatillas y un bastón.

“Sobreviví aquella guerra y tengo que sobrevivir esta también, al final, no me queda nada”

- Lidia Stepanivna, refiriéndose a su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial comparada con el actual conflicto.

1/5/2024

En medio del ensordecedor estruendo de los combates y el avance implacable de las tropas rusas, Lidia Stepanivna, una anciana de 98 años, decidió dejar atrás su hogar en Ocheretyne, una localidad en la región de Donetsk, Ucrania. Apoyándose en un bastón y una pieza de madera astillada, Lidia emprendió un arduo viaje de casi diez kilómetros para alcanzar un área segura controlada por Ucrania. Con sus zapatillas como único calzado y sin provisiones, su determinación la sostuvo en un trayecto que desafía su edad y las circunstancias.

Durante su fuga, Lidia se vio separada de su familia; su hijo y sus nueras tomaron rutas secundarias mientras ella optaba por la vía principal, una elección que la llevó a enfrentar sola el peligro. "Me desperté rodeada de disparos, era aterrador", relató en una entrevista en video proporcionada por la policía de Donetsk. A pesar de las caídas y la necesidad de descansar, su espíritu inquebrantable la impulsó a seguir avanzando, motivada por el instinto de supervivencia y el deseo de reunirse con su familia.

Fue durante la tarde cuando las tropas ucranianas la avistaron. Los soldados la entregaron a los "Ángeles Blancos", un grupo policial especializado en la evacuación de ciudadanos de las zonas de combate. Este equipo la trasladó a un refugio para evacuados donde, finalmente, Lidia pudo reunirse con su nieta, que había escapado del pueblo semanas antes. Este emotivo reencuentro marcó el fin de su peligroso viaje, pero también el comienzo de una nueva incertidumbre sobre su futuro y el de su país.

Algo Curioso
El hecho de que una mujer de 98 años haya caminado casi diez kilómetros bajo condiciones de guerra resalta no solo su increíble resistencia personal, sino también la grave situación humanitaria en las regiones afectadas por el conflicto.

Resiliencia en Tiempos de Guerra: La Historia de Lidia

El conflicto en el que Lidia Stepanivna se vio envuelta subraya la grave situación en el este de Ucrania, donde la escalada de violencia ha dejado zonas enteras en condiciones de extremo peligro. Con la toma de su pueblo, Ocheretyne, por parte de las fuerzas rusas, y el continuo avance hacia otros territorios, la seguridad y la estabilidad de los residentes se han visto severamente comprometidas. En este contexto, la decisión de Lidia de emprender su camino a pie fue impulsada por la necesidad urgente de escapar del fuego cruzado y las explosiones que ahora forman parte de su cotidianidad.

El relato de su travesía no solo destaca su coraje, sino también las dificultades adicionales que enfrentan los civiles, especialmente los ancianos, en zonas de conflicto. A pesar de su avanzada edad y las limitaciones físicas, la necesidad de supervivencia de Lidia la llevó a superar obstáculos que muchos considerarían insuperables. Esta parte de su viaje también revela las deficiencias críticas en términos de apoyo y recursos disponibles para los evacuados, quienes a menudo deben depender de su propia resiliencia y de la ayuda esporádica que puedan encontrar en el camino.

Resiliencia en Tiempos de Guerra

Además de las dificultades personales, el panorama general en Donetsk y sus alrededores se complica aún más por la escasez de municiones y el desgaste de las fuerzas ucranianas, exacerbado por los retrasos en la ayuda internacional y los desafíos logísticos. Este contexto bélico no solo afecta las operaciones militares, sino que también incrementa los riesgos para los civiles que se encuentran atrapados en medio del conflicto o que intentan huir de él.

Finalmente, el caso de Lidia pone de relieve la continua resistencia y el espíritu combativo de muchos ucranianos que, a pesar de las adversidades, eligen enfrentar el peligro con valor. Su historia es un testimonio poderoso del impacto humano de la guerra y un recordatorio de las numerosas vidas alteradas irreversiblemente por la violencia y el desplazamiento.

“Sobreviví aquella guerra y tengo que sobrevivir esta también, al final, no me queda nada”

- Lidia Stepanivna, refiriéndose a su experiencia durante la Segunda Guerra Mundial comparada con el actual conflicto.

1/5/2024

En medio del ensordecedor estruendo de los combates y el avance implacable de las tropas rusas, Lidia Stepanivna, una anciana de 98 años, decidió dejar atrás su hogar en Ocheretyne, una localidad en la región de Donetsk, Ucrania. Apoyándose en un bastón y una pieza de madera astillada, Lidia emprendió un arduo viaje de casi diez kilómetros para alcanzar un área segura controlada por Ucrania. Con sus zapatillas como único calzado y sin provisiones, su determinación la sostuvo en un trayecto que desafía su edad y las circunstancias.

Durante su fuga, Lidia se vio separada de su familia; su hijo y sus nueras tomaron rutas secundarias mientras ella optaba por la vía principal, una elección que la llevó a enfrentar sola el peligro. "Me desperté rodeada de disparos, era aterrador", relató en una entrevista en video proporcionada por la policía de Donetsk. A pesar de las caídas y la necesidad de descansar, su espíritu inquebrantable la impulsó a seguir avanzando, motivada por el instinto de supervivencia y el deseo de reunirse con su familia.

Fue durante la tarde cuando las tropas ucranianas la avistaron. Los soldados la entregaron a los "Ángeles Blancos", un grupo policial especializado en la evacuación de ciudadanos de las zonas de combate. Este equipo la trasladó a un refugio para evacuados donde, finalmente, Lidia pudo reunirse con su nieta, que había escapado del pueblo semanas antes. Este emotivo reencuentro marcó el fin de su peligroso viaje, pero también el comienzo de una nueva incertidumbre sobre su futuro y el de su país.

Algo Curioso
El hecho de que una mujer de 98 años haya caminado casi diez kilómetros bajo condiciones de guerra resalta no solo su increíble resistencia personal, sino también la grave situación humanitaria en las regiones afectadas por el conflicto.

Resiliencia en Tiempos de Guerra: La Historia de Lidia

El conflicto en el que Lidia Stepanivna se vio envuelta subraya la grave situación en el este de Ucrania, donde la escalada de violencia ha dejado zonas enteras en condiciones de extremo peligro. Con la toma de su pueblo, Ocheretyne, por parte de las fuerzas rusas, y el continuo avance hacia otros territorios, la seguridad y la estabilidad de los residentes se han visto severamente comprometidas. En este contexto, la decisión de Lidia de emprender su camino a pie fue impulsada por la necesidad urgente de escapar del fuego cruzado y las explosiones que ahora forman parte de su cotidianidad.

El relato de su travesía no solo destaca su coraje, sino también las dificultades adicionales que enfrentan los civiles, especialmente los ancianos, en zonas de conflicto. A pesar de su avanzada edad y las limitaciones físicas, la necesidad de supervivencia de Lidia la llevó a superar obstáculos que muchos considerarían insuperables. Esta parte de su viaje también revela las deficiencias críticas en términos de apoyo y recursos disponibles para los evacuados, quienes a menudo deben depender de su propia resiliencia y de la ayuda esporádica que puedan encontrar en el camino.

Resiliencia en Tiempos de Guerra

Además de las dificultades personales, el panorama general en Donetsk y sus alrededores se complica aún más por la escasez de municiones y el desgaste de las fuerzas ucranianas, exacerbado por los retrasos en la ayuda internacional y los desafíos logísticos. Este contexto bélico no solo afecta las operaciones militares, sino que también incrementa los riesgos para los civiles que se encuentran atrapados en medio del conflicto o que intentan huir de él.

Finalmente, el caso de Lidia pone de relieve la continua resistencia y el espíritu combativo de muchos ucranianos que, a pesar de las adversidades, eligen enfrentar el peligro con valor. Su historia es un testimonio poderoso del impacto humano de la guerra y un recordatorio de las numerosas vidas alteradas irreversiblemente por la violencia y el desplazamiento.

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