El Tribunal Superior de la bahía de Saldanha, a 137 kilómetros al norte de Ciudad del Cabo, condenó a cadena perpetua a Racquel “Kelly” Smith, Jacquen Appollis—su novio—y Steveno van Rhyn por el secuestro y la trata de Joshlin Smith, quien desapareció de su vivienda en Cabo Occidental en febrero de 2024.
El caso cobró notoriedad nacional e internacional a raíz de la desaparición de la menor, que tenía seis años en el momento del delito, y cuya búsqueda policial se ha extendido fuera de las fronteras sudafricanas sin resultados hasta la fecha. Durante el juicio, se presentaron testimonios clave: un testigo afirmó que Smith admitió haber vendido a su hija a un sangoma—curandero tradicional—por 20.000 rands (equivalentes a aproximadamente 1.123 dólares). Según el testimonio, la menor fue solicitada por sus "ojos y piel". Otro testigo, un pastor, declaró que Smith ya en 2023 manifestó su intención de vender a la niña.
El juez Nathan Erasmus detalló en su sentencia que los tres condenados además recibieron 10 años de prisión por secuestro, condena que se cumplirá paralelamente a la cadena perpetua por trata de personas. También ordenó la inclusión de sus nombres en el registro nacional de protección infantil. Erasmus recalcó la falta de remordimiento por parte de Smith y señaló que el consumo de drogas de los condenados no justificaba la gravedad de sus actos. Indicó que Smith llegó a culpar incluso a sus propios padres por la situación y no mostró preocupación alguna por la desaparición de Joshlin desde el 19 de febrero de 2024.
A la audiencia asistió Amanda Daniels, madre de Smith y abuela de la víctima, quien ahora cuida a los otros dos hijos de Smith. En una declaración leída por un funcionario judicial, Daniels describió el daño irreparable causado a la familia y manifestó el temor constante por la seguridad de los niños bajo su custodia.
La policía sudafricana ha ampliado la investigación a nivel internacional tras no hallar indicios del paradero de Joshlin. Tras su desaparición, el líder de la Alianza Patriótica y actual ministro de Deportes y Cultura, Gayton McKenzie, ofreció una recompensa de un millón de rands (aproximadamente 42.000 libras esterlinas) por el regreso seguro de la niña.
El caso se produce en un contexto de crecientes secuestros en el país: en los últimos 12 meses hasta el 31 de marzo de 2024, Sudáfrica registró más de 17.000 secuestros, casi el triple de los contabilizados hace tres años, según informes de la policía nacional.