En agosto de 2024, el régimen talibán en Afganistán implementó nuevas leyes de moralidad que impiden a las mujeres cantar o hablar en público, además de exigirles ocultar su rostro, cuerpo y voz. Estas leyes también prohíben a las mujeres hablar en voz alta dentro de sus hogares, para evitar que sus voces sean escuchadas desde afuera.
En respuesta a estas restricciones, mujeres afganas han comenzado a subir videos a redes sociales donde cantan como acto de resistencia. Estas protestas virtuales se han convertido en un símbolo de desafío contra un régimen que busca silenciar sus voces. En muchos de estos videos, las mujeres ocultan su identidad usando burkas, pero sus mensajes permanecen claros y potentes. Las letras de sus canciones reflejan el sufrimiento y las restricciones que enfrentan desde que los talibanes retomaron el poder en 2021. Ejemplos de estas letras incluyen: “Has puesto el sello del silencio en mi boca hasta nuevo aviso” y “Me has encarcelado en casa por el crimen de ser mujer”.
Volker Turk, el jefe de derechos humanos de la ONU, ha calificado estas leyes como "egregias". Por su parte, la jefa de la misión de la ONU en Afganistán, Roza Otunbayeva, describió las restricciones como una “visión preocupante” para el futuro del país.
Una mujer de 23 años, identificada solo como Efat, compartió su experiencia cantando al aire libre en Badakhshan como parte de la protesta en redes sociales. "Ningún comando, sistema o hombre puede cerrar la boca de una mujer afgana", declaró Efat, y añadió que, a pesar del miedo a represalias, las mujeres afganas continuarán luchando por su voz y libertad.
Estas protestas no se limitan a Afganistán; la diáspora afgana en Europa y otras regiones también ha adoptado esta forma de resistencia. Las mujeres en estos lugares han utilizado sus redes sociales para desafiar la opresión del régimen talibán, ampliando el impacto de las protestas virtuales.
La comunidad internacional ha mostrado su preocupación por las nuevas leyes. Muchas organizaciones de derechos humanos han señalado que estas medidas son un intento deliberado de borrar a las mujeres de la vida pública en Afganistán. Esta no es la primera vez que las mujeres afganas utilizan el canto como una forma de resistencia; históricamente, la música ha sido una herramienta de protesta y una forma de preservar la cultura bajo regímenes opresivos.