Las autoridades ucranianas han documentado más de 300 casos de violencia sexual perpetrados por soldados rusos desde el inicio de la invasión en febrero de 2022. Sin embargo, se estima que el número real de víctimas podría ascender a miles, ya que muchas prefieren mantener el silencio debido al estigma asociado con la violencia sexual.
Daria Zymenko, una ilustradora de 33 años, es una de las supervivientes que ha decidido romper su silencio. En su pueblo natal, Gavronshchyna, fue secuestrada y violada el 28 de marzo de 2022 por soldados rusos en una casa abandonada durante dos horas. Al día siguiente, fue víctima de nuevo abuso por los mismos soldados. Zymenko considera vital compartir su experiencia para visibilizar el sufrimiento de muchas mujeres en Ucrania.
Oleksandra Matviichuk, directora del Centro de Libertades Civiles de Ucrania —organización que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2022—, ha subrayado la dificultad de dimensionar la violencia sexual en el conflicto. Matviichuk ha insistido en la necesidad de romper el tabú social para que más mujeres se sientan seguras al revelar sus experiencias.
Alisa Kovalenko, una documentalista premiada, estima que alrededor del 80% de las mujeres que sufren violencia sexual no lo reportan. Kovalenko, quien fue víctima de abuso en 2014, trabaja en un documental titulado "Traces", centrado en las experiencias de mujeres que han sufrido violencia sexual durante la invasión. A pesar de su deseo de hablar, ha reconocido la dificultad de compartir detalles de su propia experiencia.
Iryna Dovgan, fundadora de SEMA Ucrania, ha observado un aumento en el número de mujeres dispuestas a hablar sobre su sufrimiento, especialmente a medida que la guerra continúa. Dovgan, también víctima de abuso, resalta la urgencia de luchar por justicia para ayudar a otras mujeres en riesgo.
Las víctimas como Zymenko y Kovalenko han encontrado apoyo en organizaciones como SEMA Ucrania, que ofrece asistencia psicológica y un espacio seguro para compartir sus historias. Ambas coinciden en que, aunque el proceso de sanación es complicado y a menudo doloroso, es vital seguir hablando para ayudar a otras mujeres a no sentirse solas en su sufrimiento. El Centro de Libertades Civiles de Ucrania, dirigido por Oleksandra Matviichuk, fue galardonado en 2022 con el Premio Nobel de la Paz por su destacado trabajo en la promoción de los derechos humanos y las libertades civiles en el contexto del conflicto ucraniano.