Truong My Lan, una magnate inmobiliaria vietnamita de 68 años, ha sido condenada a muerte por un fraude que asciende a US$ 27 mil millones, lo que equivale aproximadamente al 6% del PIB de Vietnam en 2023. En el proceso judicial, se determinó que Lan había malversado $12.5 mil millones del Banco Comercial de Saigón (SCB), del cual tenía control.
Además de la malversación, Lan fue encontrada culpable de sobornar a funcionarios gubernamentales y de infringir normas sobre préstamos bancarios. Durante la apelación, los fiscales exigieron que Lan devuelva cerca de US$ 11 mil millones para evitar la ejecución mediante inyección letal. Giang Hong Thanh, su abogado, reveló que un grupo de inversores extranjeros está dispuesto a prestarle US$ 400 millones para contribuir a dicha obligación financiera.
Cabe mencionar que, según la ley vietnamita, si Lan logra devolver tres cuartas partes de los activos malversados, el tribunal podría considerar reducir su sentencia de muerte.

Anteriormente, Lan había sido condenada a cadena perpetua por lavado de dinero y por transportar ilegalmente alrededor de US$ 4.5 mil millones a través de fronteras internacionales. A esto se suma una acusación por malversar aproximadamente US$ 1.2 mil millones de inversores mediante emisiones de bonos.
El caso ha capturado la atención mundial debido a la magnitud del fraude y la severidad de la sentencia, en el marco de una campaña anticorrupción vigorosamente liderada por el gobierno vietnamita. La audiencia de apelación, que se ha extendido más de lo previsto, se encuentra en espera de una decisión del tribunal, la cual se espera en los próximos días.
Adicionalmente, 47 coacusados en el mismo proceso están apelando sus sentencias. Este caso no solo resalta las grandes sumas involucradas y las prácticas corruptas, sino también la determinación del gobierno vietnamita para combatir la corrupción sistémica.