Salud

Las Personas que Viven Cerca de Espacios Verdes Tienen Menos Probabilidades de Tener Problemas de Salud Mental

Un estudio dirigido por el Profesor Andrea Mechelli, junto con Nomad Projects y J&L Gibbons, revela cómo la naturaleza en entornos urbanos mejora significativamente la salud mental.

Salud

Las Personas que Viven Cerca de Espacios Verdes Tienen Menos Probabilidades de Tener Problemas de Salud Mental

Un estudio dirigido por el Profesor Andrea Mechelli, junto con Nomad Projects y J&L Gibbons, revela cómo la naturaleza en entornos urbanos mejora significativamente la salud mental.

"La naturaleza es una intervención gratuita y sin efectos secundarios que puede generar mejoras medibles en la salud mental"

- Aafirmó el Profesor Andrea Mechelli.

22/5/2024
Desde 2018, el estudio Urban Mind, liderado por el Profesor Andrea Mechelli, ha estado investigando el impacto del entorno urbano sobre el bienestar mental a nivel mundial. Utilizando una aplicación de smartphone, midieron los sentimientos y el entorno de los participantes. Los hallazgos indican que la presencia de naturaleza, incluso en pequeñas cantidades, tiene un impacto positivo en la salud mental. Elementos como la diversidad natural y el canto de los pájaros han demostrado mejorar el bienestar mental a lo largo del día. Además, la proximidad a espacios verdes se ha relacionado con una disminución del 20% en el riesgo de desarrollar depresión. El estudio revela que las interacciones cotidianas con la naturaleza aumentan el bienestar mental de manera inmediata. La participación activa, como el cuidado de plantas y árboles, también contribuye significativamente. Los resultados fueron consistentes independientemente de las diferencias socioeconómicas, destacando el poder inclusivo de la naturaleza en la mejora de la salud mental. El acceso a estos beneficios no requiere grandes parques, sino que incluso los pequeños espacios verdes pueden marcar una diferencia a largo plazo. Además, se observó que la presencia de características naturales en el entorno urbano reduce la soledad en un 28%. La variedad en entornos naturales proporciona mayores beneficios que aquellos con un tipo de vegetación uniforme. Mejora la concentración, reduce la fatiga mental, fomenta la actividad física y las interacciones sociales, y disminuye los niveles de estrés. Los beneficios son tangibles y persistentes, destacando la importancia de la naturaleza en el diseño urbano. A pesar de los resultados positivos, la naturaleza no se prescribe comúnmente en el sistema de salud como una intervención para mejorar el bienestar mental. Sin embargo, esta investigación sugiere que debería considerarse seriamente debido a sus beneficios comprobados y la falta de efectos secundarios negativos.
Algo Curioso
La participación activa en la naturaleza, como el cuidado de árboles y plantas, puede ser igual de beneficiosa para la salud mental que pasar tiempo en grandes parques o reservas naturales.

Impacto de la Diversidad Natural en la Salud Mental

La amplitud del estudio Urban Mind abarcó distintos entornos naturales, comparando áreas con diversidad natural y aquellas con predominio de una sola especie de plantas. Los resultados mostraron que los entornos diversos tienen un impacto significativamente mayor en la salud mental, promoviendo una sensación de bienestar sostenida. Las interacciones con elementos naturales variados aumentan la resiliencia mental, favoreciendo la concentración y la productividad laboral y educativa.

El canto de los pájaros, un elemento natural común, fue considerado uno de los más efectivos para mejorar el estado de ánimo y la percepción de bienestar. Incluso encuentros breves con la naturaleza, como una caminata de 10 minutos en un parque, resultaron en una mejora notable del estado de ánimo de los participantes. La presencia de agua, como fuentes y lagos, también contribuyó positivamente, aunque en menor medida que la vegetación y la vida silvestre.

El Profesor Mechelli y su equipo enfatizan que estos hallazgos deben motivar a urbanistas y diseñadores a integrar más elementos naturales en las ciudades. La promoción de espacios verdes variados podría ser una intervención de salud pública accesible y efectiva. Además, la implementación de pequeños proyectos verdes en áreas urbanas densamente pobladas demostró tener un efecto positivo comparable al de áreas más grandes.

En cuanto a la reducción de la soledad, la diversidad natural fue un factor clave. Los participantes informaron sentirse menos aislados en entornos con una rica variedad de plantas y animales. La interacción con la naturaleza contribuye a mejorar las conexiones sociales y aumentar la calidad de vida, resaltando la necesidad de políticas urbanas que prioricen la biodiversidad.

Un Recurso Inexplotado en la Atención Sanitaria

A pesar de la clara evidencia, la inclusión de la naturaleza como herramienta terapéutica no es una práctica común en la atención sanitaria. Proyectos piloto han mostrado que el contacto con la naturaleza puede complementar los tratamientos tradicionales, especialmente en trastornos como la depresión y la psicosis. Pacientes que participaron en actividades de jardinería o caminatas guiadas en parques reportaron una reducción en los síntomas de ansiedad y una mejora en la sensación general de bienestar. La comunidad médica podría aprovechar más estos recursos, promoviendo actividades al aire libre como parte del tratamiento. La accesibilidad y el costo prácticamente nulo de estas intervenciones las hacen viables para una amplia gama de pacientes. El Profesor Mechelli destaca que estos beneficios son especialmente relevantes en áreas urbanas con menos acceso a servicios de salud mental. Además, proponer actividades de naturaleza podría aliviar la sobrecarga de los sistemas de salud. En combinación con tratamientos convencionales, el contacto regular con la naturaleza podría reducir la necesidad de medicamentos y la frecuencia de visitas médicas. Adoptar un enfoque holístico que incluya la naturaleza como una herramienta terapéutica podría transformar la atención sanitaria y mejorar el bienestar de la población. En conclusión, la prescripción de naturaleza debería ser considerada como una opción viable y efectiva en la atención de salud mental. Los resultados del estudio Urban Mind subrayan que la naturaleza es una intervención poderosa que no solo mejora la salud mental, sino que también contribuye al bienestar general y a la cohesión social. Las políticas de salud y planificación urbana deben reflejar estos hallazgos para construir comunidades más saludables y resilientes.
"La naturaleza es una intervención gratuita y sin efectos secundarios que puede generar mejoras medibles en la salud mental"

- Aafirmó el Profesor Andrea Mechelli.

May 22, 2024
Colglobal News
Desde 2018, el estudio Urban Mind, liderado por el Profesor Andrea Mechelli, ha estado investigando el impacto del entorno urbano sobre el bienestar mental a nivel mundial. Utilizando una aplicación de smartphone, midieron los sentimientos y el entorno de los participantes. Los hallazgos indican que la presencia de naturaleza, incluso en pequeñas cantidades, tiene un impacto positivo en la salud mental. Elementos como la diversidad natural y el canto de los pájaros han demostrado mejorar el bienestar mental a lo largo del día. Además, la proximidad a espacios verdes se ha relacionado con una disminución del 20% en el riesgo de desarrollar depresión. El estudio revela que las interacciones cotidianas con la naturaleza aumentan el bienestar mental de manera inmediata. La participación activa, como el cuidado de plantas y árboles, también contribuye significativamente. Los resultados fueron consistentes independientemente de las diferencias socioeconómicas, destacando el poder inclusivo de la naturaleza en la mejora de la salud mental. El acceso a estos beneficios no requiere grandes parques, sino que incluso los pequeños espacios verdes pueden marcar una diferencia a largo plazo. Además, se observó que la presencia de características naturales en el entorno urbano reduce la soledad en un 28%. La variedad en entornos naturales proporciona mayores beneficios que aquellos con un tipo de vegetación uniforme. Mejora la concentración, reduce la fatiga mental, fomenta la actividad física y las interacciones sociales, y disminuye los niveles de estrés. Los beneficios son tangibles y persistentes, destacando la importancia de la naturaleza en el diseño urbano. A pesar de los resultados positivos, la naturaleza no se prescribe comúnmente en el sistema de salud como una intervención para mejorar el bienestar mental. Sin embargo, esta investigación sugiere que debería considerarse seriamente debido a sus beneficios comprobados y la falta de efectos secundarios negativos.
Desde 2018, el estudio Urban Mind, liderado por el Profesor Andrea Mechelli, ha estado investigando el impacto del entorno urbano sobre el bienestar mental a nivel mundial. Utilizando una aplicación de smartphone, midieron los sentimientos y el entorno de los participantes. Los hallazgos indican que la presencia de naturaleza, incluso en pequeñas cantidades, tiene un impacto positivo en la salud mental. Elementos como la diversidad natural y el canto de los pájaros han demostrado mejorar el bienestar mental a lo largo del día. Además, la proximidad a espacios verdes se ha relacionado con una disminución del 20% en el riesgo de desarrollar depresión. El estudio revela que las interacciones cotidianas con la naturaleza aumentan el bienestar mental de manera inmediata. La participación activa, como el cuidado de plantas y árboles, también contribuye significativamente. Los resultados fueron consistentes independientemente de las diferencias socioeconómicas, destacando el poder inclusivo de la naturaleza en la mejora de la salud mental. El acceso a estos beneficios no requiere grandes parques, sino que incluso los pequeños espacios verdes pueden marcar una diferencia a largo plazo. Además, se observó que la presencia de características naturales en el entorno urbano reduce la soledad en un 28%. La variedad en entornos naturales proporciona mayores beneficios que aquellos con un tipo de vegetación uniforme. Mejora la concentración, reduce la fatiga mental, fomenta la actividad física y las interacciones sociales, y disminuye los niveles de estrés. Los beneficios son tangibles y persistentes, destacando la importancia de la naturaleza en el diseño urbano. A pesar de los resultados positivos, la naturaleza no se prescribe comúnmente en el sistema de salud como una intervención para mejorar el bienestar mental. Sin embargo, esta investigación sugiere que debería considerarse seriamente debido a sus beneficios comprobados y la falta de efectos secundarios negativos.
Algo Curioso
La participación activa en la naturaleza, como el cuidado de árboles y plantas, puede ser igual de beneficiosa para la salud mental que pasar tiempo en grandes parques o reservas naturales.

Impacto de la Diversidad Natural en la Salud Mental

La amplitud del estudio Urban Mind abarcó distintos entornos naturales, comparando áreas con diversidad natural y aquellas con predominio de una sola especie de plantas. Los resultados mostraron que los entornos diversos tienen un impacto significativamente mayor en la salud mental, promoviendo una sensación de bienestar sostenida. Las interacciones con elementos naturales variados aumentan la resiliencia mental, favoreciendo la concentración y la productividad laboral y educativa.

El canto de los pájaros, un elemento natural común, fue considerado uno de los más efectivos para mejorar el estado de ánimo y la percepción de bienestar. Incluso encuentros breves con la naturaleza, como una caminata de 10 minutos en un parque, resultaron en una mejora notable del estado de ánimo de los participantes. La presencia de agua, como fuentes y lagos, también contribuyó positivamente, aunque en menor medida que la vegetación y la vida silvestre.

El Profesor Mechelli y su equipo enfatizan que estos hallazgos deben motivar a urbanistas y diseñadores a integrar más elementos naturales en las ciudades. La promoción de espacios verdes variados podría ser una intervención de salud pública accesible y efectiva. Además, la implementación de pequeños proyectos verdes en áreas urbanas densamente pobladas demostró tener un efecto positivo comparable al de áreas más grandes.

En cuanto a la reducción de la soledad, la diversidad natural fue un factor clave. Los participantes informaron sentirse menos aislados en entornos con una rica variedad de plantas y animales. La interacción con la naturaleza contribuye a mejorar las conexiones sociales y aumentar la calidad de vida, resaltando la necesidad de políticas urbanas que prioricen la biodiversidad.

Un Recurso Inexplotado en la Atención Sanitaria

A pesar de la clara evidencia, la inclusión de la naturaleza como herramienta terapéutica no es una práctica común en la atención sanitaria. Proyectos piloto han mostrado que el contacto con la naturaleza puede complementar los tratamientos tradicionales, especialmente en trastornos como la depresión y la psicosis. Pacientes que participaron en actividades de jardinería o caminatas guiadas en parques reportaron una reducción en los síntomas de ansiedad y una mejora en la sensación general de bienestar. La comunidad médica podría aprovechar más estos recursos, promoviendo actividades al aire libre como parte del tratamiento. La accesibilidad y el costo prácticamente nulo de estas intervenciones las hacen viables para una amplia gama de pacientes. El Profesor Mechelli destaca que estos beneficios son especialmente relevantes en áreas urbanas con menos acceso a servicios de salud mental. Además, proponer actividades de naturaleza podría aliviar la sobrecarga de los sistemas de salud. En combinación con tratamientos convencionales, el contacto regular con la naturaleza podría reducir la necesidad de medicamentos y la frecuencia de visitas médicas. Adoptar un enfoque holístico que incluya la naturaleza como una herramienta terapéutica podría transformar la atención sanitaria y mejorar el bienestar de la población. En conclusión, la prescripción de naturaleza debería ser considerada como una opción viable y efectiva en la atención de salud mental. Los resultados del estudio Urban Mind subrayan que la naturaleza es una intervención poderosa que no solo mejora la salud mental, sino que también contribuye al bienestar general y a la cohesión social. Las políticas de salud y planificación urbana deben reflejar estos hallazgos para construir comunidades más saludables y resilientes.
PODRÍA INTERESARTE
 

No tienes acceso

Necesitas una membresía para acceder al contenido de este sitio.
Por favor Regístrate o Ingresa