La crisis en el Medio Oriente se ha intensificado tras la decisión del primer ministro israelí Benjamin Netanyahu de continuar los ataques en Líbano y Gaza, ignorando las reiteradas llamadas a un alto el fuego de parte de la comunidad internacional. Desde que Hamas lanzó un ataque el 7 de octubre de 2023, que resultó en la muerte de al menos 1,139 israelíes, principalmente civiles, la situación en la región ha escalado dramáticamente.
En Líbano, más de 700 personas han muerto desde el comienzo de los ataques israelíes, incluyendo 92 en un solo día de bombardeos. Israel ha declarado que no detendrá sus operaciones hasta lograr la eliminación de la infraestructura de Hezbollah y garantizar la seguridad de los residentes del norte del país, muchos de los cuales han sido desplazados. Hezbollah ha respondido lanzando más de 150 cohetes hacia el norte de Israel.
La situación en Gaza es aún más grave, con más de 41,500 palestinos muertos y más de 96,000 heridos debido a los ataques israelíes, más de la mitad de las víctimas son mujeres y niños. Netanyahu ha declarado que Israel ha destruido el 90% de los cohetes de Hamas y ha neutralizado a la mitad de sus fuerzas.
A nivel internacional, países como Estados Unidos y Francia han solicitado un alto el fuego de 21 días para facilitar negociaciones. Sin embargo, Netanyahu ha rechazado estas propuestas, argumentando la necesidad de continuar la campaña militar. La ONU ha informado que más de 90,000 personas han sido desplazadas en Líbano desde el inicio de los recientes enfrentamientos.
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Netanyahu describió la situación como una guerra de siete frentes, involucrando a Hezbollah, Hamas y otros grupos en la región. Además, criticó a la ONU, calificándola como un "pantano antisemita" y subrayando que Israel no permitirá más ataques.
En términos militares, Israel ha movilizado tropas adicionales y ha llevado a cabo ejercicios en la frontera con Líbano en preparación para una posible incursión terrestre. En el terreno, los intercambios de fuego entre las fuerzas israelíes y Hezbollah son constantes, manteniendo una situación altamente tensa y sin señales de disminución del conflicto.
El contexto actual en la región es extremadamente complejo y preocupante, con un incremento significativo de la violencia y un acuerdo de paz que parece cada vez más lejano. La escalada de violencia en Gaza y Líbano ha llevado a uno de los mayores desplazamientos en ambos territorios en los últimos años, afectando directamente a miles de civiles y familias completas.