Un reciente informe de Human Rights Watch (HRW) ha sacado a la luz estremecedores casos de violaciones en grupo cometidas por miembros de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Sudán, donde víctimas tan jóvenes como niñas de nueve años han sufrido estos atroces crímenes. La investigación de HRW revela la brutalidad de estos ataques, destacando que algunas mujeres y niñas han fallecido debido a las lesiones causadas por las agresiones sexuales.
La situación en Sudán ha sido caótica desde el inicio de la guerra civil hace 15 meses, período en el cual las RSF han ocupado zonas estratégicas de Jartum y sus alrededores, incluyendo Omdurman y Jartum Norte. En el transcurso de su investigación, HRW entrevistó a 42 proveedores de atención médica, trabajadores sociales y voluntarios de emergencia. Estos testimonios ayudaron a documentar al menos 262 sobrevivientes de violencia sexual, con edades que varían entre los nueve y los 60 años. Cabe destacar que algunos voluntarios que prestaban ayuda a las víctimas también fueron violados en el proceso.
El panorama presentado por HRW es alarmante. Al menos cuatro mujeres y niñas han muerto como consecuencia directa de las lesiones sufridas durante las violaciones, y muchas más han necesitado atención hospitalaria. Un caso específico mencionado en el informe incluye a una adolescente que fue disparada en el muslo por soldados de las RSF y falleció en el hospital debido a una hemorragia.
Ante estos hechos, HRW ha solicitado a la Unión Africana y a las Naciones Unidas que desplieguen una fuerza de protección civil en Sudán con el objetivo de prevenir la comisión de más crímenes de guerra. Aunque tanto las RSF como las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) han sido acusadas de violencia sexual, el informe señala que se han registrado menos casos atribuibles a las SAF. No obstante, se registró un aumento en los incidentes de violencia sexual luego de que las SAF tomaran el control de Omdurman a principios de 2024.
El informe subraya que ambos bandos han obstaculizado el acceso a atención médica crítica para los sobrevivientes y han atacado a trabajadores de salud, actos que constituyen crímenes de guerra. La SAF ha sido acusada de restringir deliberadamente los suministros humanitarios, incluyendo los médicos, implementando un bloqueo de facto en las áreas controladas por las RSF desde octubre.
A pesar de las acusaciones documentadas, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Sudán, Babikir Elamin, ha rechazado rotundamente los señalamientos del informe. Elamin aseguró que las SAF no toleran la violencia sexual y que se encargan de proteger los hospitales y centros de salud en las áreas bajo su control. Sin embargo, HRW ha recopilado múltiples testimonios de sobrevivientes que afirman haber sido violadas por hasta cinco combatientes de las RSF, que a su vez han secuestrado a mujeres y niñas, obligándolas a vivir en condiciones de esclavitud sexual.
El reporte de HRW también ha documentado al menos tres embarazos de niñas de 15 años como resultado de violaciones. La situación de estas mujeres y niñas en Jartum es especialmente grave, ya que la violencia sexual se ha convertido en una amenaza constante para ellas.
HRW insta a la comunidad internacional a actuar rápidamente para proteger a las víctimas y frenar los crímenes de guerra en Sudán.