Nueva Zelanda se encuentra en la segunda fase de ensayos de vacunación para proteger a sus aves nativas de la cepa H5N1 de la gripe aviar, una amenaza mortal que podría llevar a la extinción de especies enteras. Entre las especies que se están vacunando se incluyen el takahē, kākāpō, tūturuatu (playero), kakī (stilts negros) y un tipo de kākāriki.
Desde finales de enero, alrededor de 50 aves han recibido dos dosis de la vacuna, administradas con un mes de diferencia. A los seis meses de las vacunaciones, se están llevando a cabo pruebas para evaluar la eficacia de la vacuna.
Hasta la fecha, Nueva Zelanda no ha reportado casos de H5N1. Sin embargo, se están implementando medidas de bioseguridad, incluyendo la vigilancia de bandadas de aves marinas en islas subantárticas, consideradas la vía más probable de entrada del virus al país. Esta cepa de gripe aviar ha afectado a millones de aves globalmente, en algunos casos reduciendo las poblaciones de aves en un 75%.
Entre los síntomas observados en aves afectadas se encuentran debilidad, convulsiones, torsión de la cabeza y dificultad para respirar. El Ministerio de Bioseguridad ha subrayado la urgencia de proteger a las especies vulnerables, dado el impacto devastador que el virus podría tener.
La vacuna administrada no contiene virus vivo, evitando así la posibilidad de infección. Hasta ahora, se han detectado anticuerpos en todas las aves vacunadas, sin reacciones adversas reportadas.
Además de la vacunación, se están desarrollando planes de bioseguridad para restringir las interacciones entre aves silvestres y aves de corral. También se han capacitado científicos en la Base Scott y en las islas subantárticas sobre cómo muestrear y reportar aves muertas, un componente crucial de un sistema de alerta temprana.
La situación permanece crítica, y las autoridades continúan trabajando diligentemente para prevenir la llegada del H5N1, cuya aparición en Nueva Zelanda podría tener consecuencias devastadoras para su diversidad de aves nativas. El kākāpō, una de las especies vacunadas, es un loro nocturno y no volador, conocido por ser el loro más pesado del mundo y por su inusual cortejo durante la reproducción. Actualmente, su población estimada es de solo 202 individuos, lo que lo convierte en una especie especialmente vulnerable.