La Comisión Lancet ha dado a conocer un informe revolucionario que estima que abordando 14 factores de riesgo modificables se podría reducir la prevalencia de la demencia en un 45% a nivel mundial. Este estudio se ha publicado en la prestigiosa revista The Lancet y arroja datos preocupantes sobre el incremento esperado de casos de demencia, que actualmente afecta a unos 57 millones de personas en todo el mundo, pero que se proyecta aumentará hasta 153 millones para el año 2050.
Los 14 factores de riesgo identificados y que se pueden modificar son: pérdida de visión no tratada, colesterol LDL alto, bajo nivel educativo, pérdida auditiva, depresión, traumatismos craneales, inactividad física, diabetes, tabaquismo, hipertensión, obesidad, consumo excesivo de alcohol, aislamiento social y contaminación del aire.
El informe destaca que intervenir sobre estos factores no solo disminuiría la incidencia de la demencia, sino que también aumentaría los años de vida saludable y disminuiría el tiempo de mala salud en personas con demencia. Se enfatiza que la intervención debería comenzar desde la infancia y mantenerse a lo largo de la vida, abordando varios aspectos como la educación, la salud mental y física, así como el entorno social.
A nivel global, mientras que la prevalencia de la demencia está disminuyendo en países de altos ingresos, en países de ingresos bajos y medios sigue aumentando. La investigación sugiere que la reducción de estos riesgos podría ser más efectiva en estas regiones debido a la mayor carga de enfermedad y a las disparidades en salud que existen.
Además, el informe de la Comisión Lancet subraya la necesidad urgente de más investigaciones para identificar otros posibles factores de riesgo, así como para realizar ensayos clínicos que prueben modificaciones en estos factores. También es esencial desarrollar estrategias que implementen programas basados en evidencia destinados a apoyar a las personas con demencia y a sus cuidadores.
Dado que actualmente no existe una cura para la demencia y debido al envejecimiento de la población mundial, este enfoque preventivo se vuelve crucial. La prevención no solo podría reducir la carga global de la demencia, sino también aliviaría los sistemas de salud y mejoraría la calidad de vida de millones de personas.
Uno de los argumentos más contundentes del informe es la necesidad de políticas integradas que aborden de manera simultánea diversos factores de riesgo en diferentes etapas de la vida. Tal intervención integral promete ser el arma más efectiva contra la progresión de esta enfermedad devastadora.Una de las curiosidades reveladas por el informe es que, pese a la tendencia general de aumento de la demencia, algunos países de altos ingresos han visto una disminución en la prevalencia gracias a mejoras en la educación y el manejo de factores de riesgo cardiovascular.