La reciente ola de violencia en Ecuador marca un punto de inflexión en la historia del país. El martes, un grupo de delincuentes armados irrumpió en el estudio de TC Televisión en Guayaquil, tomando como rehenes a los periodistas y trabajadores durante una transmisión en vivo. Este ataque, que dejó al menos diez muertos, incluidos dos policías, es parte de una serie de eventos violentos que han sacudido a la nación.
El presidente Daniel Noboa, quien asumió el cargo hace menos de dos meses, ha respondido declarando un "conflicto armado interno". Esta decisión implica una intervención directa de las fuerzas de seguridad contra el crimen organizado. Además, Noboa ha designado a 22 grupos de delincuencia organizada como terroristas y autorizado a las Fuerzas Armadas a ejecutar operaciones militares para neutralizarlos.

La situación en Ecuador se ha deteriorado rápidamente. La tasa de homicidios ha alcanzado niveles sin precedentes, con 40 muertes por cada 100.000 habitantes, lo que convierte a 2023 en el año más violento en la historia del país. Según registros policiales, se reportaron al menos 7.592 muertes violentas en 2023, en comparación con 4.426 el año anterior.
El detonante de esta crisis fue la fuga de José Adolfo Macías, alias "Fito", líder de la banda Los Choneros, de una prisión en Guayaquil. Su escape desencadenó motines en varias cárceles y una serie de ataques violentos en todo el país. Las autoridades están en alerta máxima, y la tensión se ha extendido a las calles, con secuestros, asesinatos, robos y extorsiones perpetrados por bandas criminales.