La decisión de la OMS de declarar el brote de mpox en África como una emergencia internacional subraya la gravedad de la situación epidemiológica. Desde enero de 2022, se han registrado más de 38,465 casos y 1,456 muertes en el continente africano. La situación es particularmente alarmante en la República Democrática del Congo (RDC), donde se reportan más de 14,000 casos y 524 muertes en lo que va de 2024. El nombre "mpox" es una abreviación de "monkeypox" o "viruela del simio" y fue adoptado para evitar la estigmatización y facilitar la comunicación pública sobre el brote.
El aumento de casos es del 160% en comparación con el año anterior, mientras que las muertes han incrementado un 19%. Los niños menores de 15 años son los más afectados en la RDC, constituyendo casi el 70% de los casos y el 85% de las muertes.
Las autoridades han identificado variantes del virus, clados I y II, además de un nuevo tipo, el clado Ib, que se está propagando en la RDC y países vecinos. Este clado tiene una tasa de mortalidad del 3-4%, significativamente más alta comparada con el brote global de 2022, donde la tasa de mortalidad fue inferior al 1%.
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La respuesta internacional ha sido contundente. La OMS ha liberado $1.5 millones de su fondo de contingencia y busca recaudar un total de $15 millones para frenar el brote. La Unión Africana también ha aprobado $10.4 millones para apoyar al Centro Africano para el Control y la Prevención de Enfermedades (Africa CDC), que ha declarado el brote una emergencia de salud pública.
La disponibilidad de vacunas es extremadamente limitada en África. Las autoridades congoleñas han solicitado 4 millones de dosis de vacuna contra el mpox, principalmente para niños menores de 18 años. Sin embargo, la mayoría de las vacunas y tratamientos han sido preordenados por países ricos, complicando los esfuerzos locales para controlar el brote.
Comparado con los primeros días del VIH, el brote de mpox está afectando desproporcionadamente a poblaciones vulnerables, incluidos jóvenes y trabajadores sexuales, y se está propagando a través de redes sexuales. La OMS ha advertido que la falta de acceso a pruebas y tratamientos podría agravar la situación, y que el virus podría extenderse más allá de África si no se toman medidas adecuadas.
Ante esta crisis, la declaración de emergencia de la OMS busca movilizar recursos y atención internacional para frenar la propagación del mpox en África, una región donde la situación es crítica y se requiere de una respuesta rápida y efectiva para evitar una mayor catástrofe sanitaria.