En una operación internacional sin precedentes, conocida como Operación Orion, las autoridades colombianas en colaboración con 62 países han logrado la incautación de un récord mundial de 225 toneladas de cocaína en un periodo de seis semanas.
Durante este tiempo, se logró incautar un total de 1,400 toneladas de drogas, que incluyen además de las 225 toneladas de cocaína, 128 toneladas de marihuana. La operación resultó en más de 400 arrestos y reveló las conexiones entre carteles de drogas de Colombia, México, Brasil, Ecuador y Perú, así como grupos en Europa y Oceanía.
Uno de los aspectos más sorprendentes de la operación fue la intercepción de seis semi-submarinos utilizados para transportar cocaína. Un caso particularmente notable fue la captura de un submarino a 1,200 millas (aproximadamente 2,000 km) al suroeste de la Isla Clipperton. Este submarino estaba en ruta hacia Australia con cinco toneladas de cocaína a bordo, señalando el establecimiento de una nueva ruta de tráfico hacia el país oceánico, donde el precio del kilogramo de cocaína puede alcanzar hasta $240,000, significativamente más alto que en Estados Unidos.
El impacto económico de la Operación Orion ha sido significativo. La incautación de 225 toneladas de cocaína representa una pérdida de aproximadamente $8.5 mil millones para los carteles de drogas, según estimaciones de la Armada colombiana. Esta incautación es aún más considerable cuando se tiene en cuenta que la producción global de cocaína se estima en 2,700 toneladas anuales, con Colombia como el principal productor.
Los semi-submarinos, cuyas dimensiones varían entre 10 y 25 metros, han sido una herramienta utilizada por los narcotraficantes desde finales de los años 90. Estos vehículos están diseñados para navegar a bajas alturas sobre el agua, haciéndolos difíciles de detectar. La Armada colombiana ha destacado que estos submarinos han mejorado tanto en diseño como en capacidad de combustible, permitiéndoles viajes directos a Australia sin reabastecimiento.
La clave del éxito de la Operación Orion ha sido la colaboración internacional. Participaron agencias de seguridad de Estados Unidos, Brasil, España, los Países Bajos y otros países, con un enfoque en el intercambio de inteligencia y la coordinación entre las fuerzas navales. Esta cooperación internacional ha sido esencial para desbaratar las sofisticadas redes de tráfico de drogas.
La Operación Orion no solo ha sido un golpe significativo contra el narcotráfico, sino que también ha destacado la creciente sofisticación de las redes de tráfico de drogas y su capacidad para adaptarse a las medidas de control, lo que implica desafíos continuos para las autoridades en todo el mundo.