Las emisiones de carbono del 1% más rico del mundo han exacerbado problemas como el hambre y la pobreza, resultando en un aumento significativo de muertes. Un informe de Oxfam estima que estas emisiones han causado 1.5 millones de muertes adicionales entre 2015 y 2019. Este grupo de personas emite gases de efecto invernadero a una tasa tan alta que si todos siguieran su ejemplo, el presupuesto de carbono restante para limitar el calentamiento global a 1.5°C se agotaría en menos de dos días. Oxfam es una confederación internacional formada por 19 organizaciones no gubernamentales, que realizan labores humanitarias en 90 países.
El informe también resalta cifras alarmantes: cincuenta de los multimillonarios más ricos producen más emisiones de carbono en menos de tres horas que un ciudadano británico promedio durante toda su vida. Además, estos multimillonarios realizan un promedio de 184 vuelos en jets privados al año, acumulando 425 horas en el aire. Este patrón de viaje equivale a las emisiones de carbono de una persona promedio durante 300 años.
La familia Walton, propietaria de Walmart, emite 18,000 toneladas de carbono anualmente mediante sus yates de lujo, lo cual es comparable a las emisiones generadas por 1,714 trabajadores de Walmart en un año. Las inversiones de los ultra-ricos, que suelen estar en industrias intensivas en emisiones como petróleo, minería y cemento, son 340 veces más contaminantes que sus yates y jets.
Las consecuencias económicas de estas emisiones son igualmente severas. Han causado pérdidas globales de $2.9 billones y pérdidas de cultivos que podrían haber satisfecho las necesidades calóricas de 14.5 millones de personas anualmente. Por ello, Oxfam insta a los gobiernos a implementar impuestos sobre la riqueza extrema y a regular el uso de jets privados y yates de lujo. Los fondos recaudados podrían financiar la transición hacia energías limpias y compensar a los más afectados por el calentamiento global.
El informe subraya que las crecientes emisiones de los más ricos no sólo contribuyen a la crisis climática, sino también a la perpetuación de la desigualdad económica. Para combatir eficazmente esta crisis y lograr justicia social, es crucial reducir drásticamente la desigualdad. Si todos en el mundo emitieran gases de efecto invernadero al mismo ritmo que un multimillonario promedio, el presupuesto de carbono para limitar el calentamiento global a 1.5°C se agotaría en menos de dos días.