En el marco de las conversaciones de la ONU en Ottawa, Canadá, Ruanda y Perú han presentado la primera propuesta concreta para limitar la producción global de plástico. Esta medida busca reducir los efectos nocivos de la producción de plástico, incluidas las enormes emisiones de carbono derivadas de su producción. La propuesta establece un objetivo de reducción global, denominado “estrella del norte”, para disminuir la producción de polímeros plásticos primarios en todo el mundo en un 40% para el año 2040, partiendo de una línea base en 2025.

La iniciativa también contempla la obligatoriedad de que los países informen estadísticas sobre la producción, importación y exportación de polímeros plásticos primarios. Esta meta global de reducción del plástico sería similar al acuerdo de París, legalmente vinculante, que busca limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.

El acuerdo propuesto no solo apunta a la reducción de la producción de plástico, sino que también busca alinear este objetivo con la meta del acuerdo de París para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. Esto implicaría que una parte significativa del presupuesto mundial de emisiones de carbono podría estar vinculada a la producción de plástico para 2050, estimando que esta podría representar entre el 21% y el 31% de dicho presupuesto.

La producción de plástico ha escalado dramáticamente desde 2 millones de toneladas en 1950 a 348 millones de toneladas en 2017, y se espera que la capacidad de producción de la industria plástica se duplique para 2040. Aproximadamente 11 millones de toneladas de plástico terminan en los océanos cada año, y se prevé que la magnitud de esta contaminación por plásticos marinos podría triplicarse para 2040.