Pamela Hemphill, de 71 años y conocida como “la abuela MAGA”, ha rechazado el indulto concedido por el expresidente Donald Trump. Este indulto general fue otorgado a más de 1,500 personas condenadas, acusadas, procesadas e investigadas por el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. En una entrevista, Hemphill expresó que aceptar el indulto sería un “insulto” a los agentes de la Policía del Capitolio, al Estado de derecho y a la nación.
‍

Hemphill declaró: “Los criminales del 6 de enero están intentando reescribir la historia diciendo que no fue un motín; que no fue una insurrección. No quiero formar parte de su intento de reescribir lo que ocurrió aquel día”. Después de haber sido arrastrada por lo que ahora califica como una “secta”, Hemphill se mostró arrepentida de sus acciones y afirmó haber recobrado el juicio.

‍
Apenas operada para extirpar tejido mamario canceroso, Hemphill viajó a Washington en enero de 2021 con los puntos aún puestos, creyendo que sería su último acto de apoyo a Trump antes de iniciar quimioterapia. Asistió al mitin del expresidente y posteriormente se unió a un grupo de Proud Boys, participando en el asalto al Capitolio y transmitiendo su entrada a través de redes sociales.

‍
En 2022, Hemphill se declaró culpable de un delito menor relacionado con el asalto. A cambio, la fiscalía retiró otros tres cargos menores. Fue condenada a dos meses de cárcel, tres años de libertad condicional y una multa de 500 dólares, pena que ya ha cumplido.

‍
El Departamento de Justicia informó que aproximadamente 140 agentes de la Policía del Capitolio resultaron heridos durante el asalto. Hemphill consideró el indulto una “bofetada en la cara” de los agentes que actuaron como héroes ese día.

‍
Durante su entrevista con la BBC, Hemphill manifestó que aceptar un perdón sería contribuir a la narrativa falsa sobre los eventos del 6 de enero. “Nosotros estábamos equivocados ese día. Rompimos la ley; no debería haber indultos”, afirmó enfáticamente.

‍
El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha dictaminado que un beneficiario tiene el derecho de rechazar un indulto presidencial, aunque ha habido casos en los que se ha negado esta posibilidad.