El Papa Francisco ha vuelto a ser centro de atención y debate dentro de la Iglesia Católica y la sociedad en general, tras sus recientes comentarios sobre la hipocresía de aquellos que critican las bendiciones a parejas del mismo sexo. En una entrevista concedida a la revista italiana Credere, el pontífice expresó su descontento con la doble moral que percibe en la comunidad eclesiástica, señalando que no se escandalizan por bendecir a empresarios que pueden estar explotando a otros, lo cual considera un pecado gravísimo, pero sí por bendecir a parejas homosexuales.
El año pasado, Francisco autorizó a los sacerdotes a conceder bendiciones informales a parejas en uniones consideradas “irregulares” por la doctrina de la Iglesia, marcando un hito histórico en el Vaticano. Esta decisión, emitida el 18 de diciembre de 2023, representa la primera vez que se permite tal acción, desafiando prohibiciones anteriores y mostrando un avance hacia la inclusión de los católicos LGBTQ+.
Sin embargo, esta medida ha generado reacciones mixtas dentro de la Iglesia. Mientras que en las iglesias occidentales ha sido bien recibida, representantes de los obispos en África han expresado su rechazo, argumentando que no es apropiado para su cultura y podría causar confusión. A pesar de estas diferencias, el Papa describió las críticas provenientes de África como un “caso especial” influenciado por la cultura, pero destacó que los obispos africanos han mantenido su lealtad hacia él.
Además, Francisco abordó las críticas de un sector conservador dentro de la Iglesia, principalmente en Estados Unidos y partes de Europa, a quienes ha descrito anteriormente como pertenecientes a “pequeños grupos ideológicos”. Estos grupos, según el Papa, son selectivos en la aplicación de las enseñanzas de la Iglesia y tienden a enfocarse en la condena de la homosexualidad, ignorando otros aspectos igualmente importantes de la doctrina.