Un estudio del Pew Research Center ha revelado que los papás millenials dedican tres veces más tiempo a la crianza de sus hijos que los padres de generaciones anteriores. En términos de participación, un 57% de los padres millenials consideran que la paternidad forma parte integral de su identidad, una cifra casi comparable al 58% de las madres.
La dinámica familiar también ha presentado cambios notables. En 1982, un 43% de los padres admitieron nunca haber cambiado un pañal, cifra que ha disminuido drásticamente a un 3% en la actualidad. Además, los padres de esta generación destinan 30 minutos más al día en tareas del hogar en comparación con sus propios padres.
La actitud hacia el licenciamiento parental también ha evolucionado. Un estudio realizado en Islandia reveló que los padres que tomaron al menos dos semanas de licencia de paternidad se involucraron más en la vida de sus hijos a largo plazo. Este hallazgo es respaldado por el 83% de los millenials que priorizan trabajar en empresas con sólidos beneficios de licencia parental.
La salud mental es otra área en la que los millenials han mostrado mayor conciencia. Según una encuesta del Thriving Center of Psychology, el 55% de los millenials y miembros de la Generación Z han asistido a terapia, y el 90% cree que más personas deberían hacerlo. Esta generación también es más propensa a desafiar los estereotipos tradicionales de género, considerando que la crianza y las tareas del hogar deben ser responsabilidades compartidas.
A pesar de estos avances, los desafíos persisten. Las madres aún asumen gran parte de la carga mental asociada a la gestión familiar, incluyendo la organización de calendarios y actividades escolares. Además, muchos hombres todavía evitan tomar licencia de paternidad, y la participación en actividades como la Asociación de Padres y Maestros sigue siendo baja. En 1965, los padres dedicaban una fracción del tiempo que los papás millenials destinan hoy a la crianza de sus hijos, destacando una significativa evolución en los roles parentales a lo largo de las décadas.
En resumen, los papás millenials están transformando la paternidad moderna con mayor compromiso en la crianza y las tareas del hogar y un enfoque en la equidad de género y la salud mental. Sin embargo, aún existen barreras que deben superarse para alcanzar una equidad plena en la distribución de las responsabilidades familiares.