Gustavo Petro, presidente de Colombia, ha propuesto una ambiciosa reforma para transformar el Instituto Colombiano de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior (ICETEX) en un banco de primer piso. Este plan se ha revelado en medio de una crisis de financiación que afecta aproximadamente a 200,000 estudiantes que dependen de los créditos educativos del ICETEX para continuar con sus estudios universitarios. Actualmente, la entidad no ha recibido los fondos necesarios del Ministerio de Hacienda para cubrir los pagos del semestre en curso, aumentando la presión sobre los estudiantes y sus familias.
La propuesta fue anunciada por el ministro de Educación, Daniel Rojas, y sugiere que el ICETEX debería captar ahorros del público y ofrecer servicios bancarios adicionales. Este cambio permitiría reducir la dependencia de fondos públicos, aunque aún no se ha presentado un proyecto formal y la reforma debe ser discutida y aprobada por el Congreso.
Actualmente, el ICETEX ofrece créditos educativos con tasas de interés muy bajas, pero no está autorizado para abrir cuentas de ahorro, lo que lo distingue de un banco tradicional. La reforma propone que el ICETEX, denominado potencialmente como "Banca del Saber" por Petro, mantenga tasas de interés accesibles y atractivas para los estudiantes, a pesar de depender de los ahorros ciudadanos. El ICETEX ha sido una institución clave en el financiamiento educativo en Colombia desde su fundación en 1950, y esta iniciativa representa uno de los cambios más significativos en su estructura y función propuestas hasta la fecha.
Sin embargo, la propuesta ha generado un intenso debate y preocupación entre expertos y críticos sobre su viabilidad. Gloria Bernal, directora del Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana, ha expresado que el ICETEX carece de la infraestructura necesaria para competir con los bancos comerciales establecidos. A su vez, Julieth Rincón, presidenta de la Federación Nacional de Representantes Estudiantiles, ha criticado la falta de discusión previa de la propuesta en las mesas de diálogo y ha subrayado que las soluciones propuestas por los estudiantes se enfocaban en mejorar el acceso y permanencia en la educación superior, no en transformar el ICETEX en un banco.
La crítica también ha venido de economistas y antiguos miembros del gabinete. Alejandro Gaviria, exministro de Educación, ha alertado que esta reforma podría desfinanciar el ICETEX y perjudicar a los estudiantes. Gaviria ha calificado la propuesta como una amenaza a la educación privada y se ha mostrado escéptico ante la idea de convertir el ICETEX en un banco mientras se reduce su presupuesto.
La propuesta para bancarizar el ICETEX ha suscitado varias preguntas y requiere un análisis detallado por parte de legisladores y actores educativos. Las preocupaciones sobre su impacto en la educación superior y la capacidad de la entidad para atender a los estudiantes que dependen de sus créditos están en el centro del debate que se desarrolla en Colombia.