La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha emitido un contundente comunicado acusando a China de ser un "facilitador decisivo" de la guerra de Rusia contra Ucrania. Durante la cumbre en Washington, los 32 miembros de la OTAN aprobaron un comunicado final que expresa profundas preocupaciones sobre el arsenal nuclear y las capacidades espaciales de Beijing.
Los líderes de la OTAN exhortaron a China a cesar todo apoyo material y político a Rusia, destacando que Beijing se ha convertido en un gran apoyo para la base industrial de defensa rusa. Esta cooperación incluye la transferencia de materiales de doble uso como componentes de armas, equipos y materias primas que sirven como insumos para el sector de defensa ruso.
China, por su parte, ha negado proporcionar ayuda militar directa a Rusia, aunque sostiene fuertes lazos comerciales con su vecino durante todo el conflicto. El Ministerio de Relaciones Exteriores chino expresó su desagrado por el creciente interés de la OTAN en Asia, exigiendo que la alianza se mantenga fuera de la región Asia-Pacífico y no incite confrontaciones.
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El comunicado de la OTAN también acusa a China de estar detrás de actividades cibernéticas y híbridas maliciosas sostenidas, incluyendo desinformación. Además, alerta sobre la rápida expansión y diversificación del arsenal nuclear chino, con más cabezas nucleares y sistemas de entrega sofisticados.
Estas declaraciones surgen en el contexto de las maniobras militares conjuntas entre tropas chinas y bielorrusas, lo cual ha llamado la atención de la vecina Polonia, miembro de la OTAN y partidaria de Kiev. China y Bielorrusia, ambas aliadas de Rusia, han profundizado sus vínculos, con China convirtiéndose en el mayor socio comercial de Rusia y ofreciendo un apoyo crucial a su economía bajo fuertes sanciones internacionales.
La declaración de la OTAN marca una escalada significativa en la postura de la alianza hacia China, resaltando las preocupaciones de seguridad compartidas derivadas de Rusia y sus apoyos asiáticos, especialmente China. La alianza está reforzando su compromiso con los aliados de Estados Unidos en Asia, con líderes de Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur asistiendo a la cumbre en Washington.
La creciente asociación de China con Rusia, que incluye lazos políticos, económicos y militares, ha generado preocupaciones entre los líderes de Estados Unidos y Europa. A pesar de afirmar neutralidad en el conflicto, el apoyo de China a Moscú a través de medios económicos y diplomáticos ha recibido críticas. Tanto Estados Unidos como la Unión Europea han sancionado a entidades chinas por apoyar el esfuerzo bélico, alegando que las exportaciones de doble uso han revitalizado el sector de defensa ruso.
En respuesta al comunicado de la OTAN, China lo criticó por estar lleno de una mentalidad de Guerra Fría y retórica beligerante, enfatizando su compromiso con la promoción de conversaciones de paz y la búsqueda de una resolución política en Ucrania. La declaración de la OTAN refleja un cambio más amplio en el enfoque de la alianza hacia China, reconociendo los desafíos sistémicos que plantea Beijing y su impacto en la seguridad euroatlántica. China se ha convertido en el mayor socio comercial de Rusia en medio de las sanciones internacionales, ofreciendo un apoyo crucial a la economía de Moscú.