En medio de la conmoción interior declarada el 20 de enero de 2025 debido a la intensificación de los ataques del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el Catatumbo, el presidente Gustavo Petro ha firmado tres decretos claves el 30 de enero para apoyar a 50,000 campesinos desplazados.
El Decreto 0106 está dirigido a garantizar la producción de alimentos mediante la refinanciación de créditos agropecuarios para los campesinos y otros productores que se han visto afectados por la violencia en la zona fronteriza con Venezuela. Con esto, se pretende aliviar la carga financiera y permitir que estos productores continúen su trabajo esencial.
El Decreto 0107 busca asegurar el funcionamiento fluido de la cadena de suministro en el Catatumbo, una región crucial para la producción de alimentos. Para este fin, se otorga a la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) la autoridad para contratar los servicios necesarios que mantendrán operativa dicha cadena, garantizando así el acceso a productos básicos a toda la población.
Finalmente, el Decreto 0108 contempla la utilización de inmuebles estatales no utilizados para el almacenamiento de insumos como albergues temporales para los desplazados. Además, incluye la facultad para expropiar terrenos si es necesario para facilitar el retorno y la reincorporación de los afectados a sus tierras.
Inicialmente se había previsto que la conmoción interior implicaría nuevos impuestos y ajustes tributarios, tales como gravámenes a los juegos de azar y la industria de hidrocarburos. No obstante, el presidente Petro decidió focalizarse primero en las medidas económicas de apoyo a los campesinos antes de abordar estos aspectos tributarios y de seguridad.
La firma de estos decretos se enmarca en un contexto de crisis en la política de paz total del gobierno, en medio de un aumento en las acciones armadas del ELN y una mesa de negociaciones que ha estado estancada desde mayo de 2024. La situación se agravó cuando el frente Comuneros del Sur del ELN se separó, lo que llevó al gobierno a establecer una mesa de paz paralela, generando mayores tensiones con la guerrilla.