Belcastro, un pequeño pueblo en la región de Calabria, en el sur de Italia, se encuentra en medio de una crisis sanitaria extrema. El alcalde Antonio Torchia ha decidido tomar medidas drásticas al firmar un decreto que prohíbe a los residentes del pueblo contraer cualquier enfermedad que requiera atención médica. Este inusual decreto afecta a todos los habitantes, que suman entre 1,200 y 1,300 personas, de las cuales alrededor del 50% son mayores de 65 años.
El pueblo cuenta con un centro de salud que, lamentablemente, se encuentra frecuentemente cerrado, y no hay médicos de guardia disponibles durante los fines de semana, días festivos o fuera del horario habitual. La urgencia de la situación se hace aún más evidente considerando que la sala de emergencias más cercana está a aproximadamente 45 kilómetros, en la ciudad de Catanzaro, y el trayecto se complica con un límite de velocidad de 30 km/h en la carretera.
En un tono que mezcla la ironía con la desesperación, el alcalde Torchia ha emitido el decreto indicando que los residentes deben evitar cualquier enfermedad, accidente doméstico, y abstenerse de realizar actividades que puedan poner en riesgo su salud. Esto incluye no salir de casa con frecuencia, no viajar, no practicar deportes y descansar la mayor parte del tiempo.
Calabria, una de las regiones más pobres de Italia, enfrenta un severo déficit de personal médico con aproximadamente 1,700 médicos de atención primaria para una población cercana a los dos millones de personas. Desde 2009, 18 hospitales han cerrado en la región, y casi la mitad de los residentes buscan atención médica fuera de Calabria. En un intento por mitigar esta crisis, en 2022 se anunció que Cuba enviaría 497 médicos a trabajar en diversas instalaciones médicas en Calabria durante tres años, aunque se estima que se necesitan al menos 2,500 médicos adicionales para un funcionamiento normal del sistema de salud.
El alcalde Torchia ha recalcado que su decreto busca dar visibilidad a los problemas de salud que afectan a la región y espera que su acción llame la atención de las autoridades competentes para que tomen medidas efectivas. La reacción de los residentes ha sido de apoyo, afirmando que la medida podría "sacudir conciencias" y destacar la gravedad de la situación.
La demografía de Belcastro agrava aún más la crisis sanitaria. Con una población envejecida y un alto porcentaje de residentes mayores, el acceso a servicios médicos es crucial. En toda Calabria, más del 75% de los pueblos, aproximadamente 320 de ellos, tenían menos de 5,000 habitantes en 2021, lo que incrementa las preocupaciones sobre la despoblación y la viabilidad de las comunidades rurales.
El decreto emitido por el alcalde Antonio Torchia permanecerá en vigor hasta que el centro de salud de Belcastro esté abierto de manera regular, reflejando la necesidad urgente de una intervención estatal para garantizar el acceso a servicios médicos esenciales.