En una serie de declaraciones que han intensificado la tensión global, el presidente Vladimir Putin ha lanzado una advertencia severa a los países occidentales sobre las consecuencias de intervenir militarmente en Ucrania. Durante su discurso anual a la nación, Putin enfatizó la posibilidad real de una guerra nuclear si se toma la decisión de enviar tropas a Ucrania, una medida que, según él, podría desencadenar el uso de armas nucleares y llevar a la destrucción de la civilización tal como la conocemos. Esta declaración llega en un momento de creciente preocupación por la escalada del conflicto en Ucrania y la participación de la OTAN.
Putin no solo destacó la capacidad de Rusia para alcanzar objetivos en territorio occidental con su arsenal nuclear, sino que también recordó a los países occidentales las lecciones históricas de aquellos que intentaron invadir Rusia en el pasado, sugiriendo que cualquier intervención en Ucrania tendría consecuencias mucho más trágicas. La mención específica a la propuesta del presidente francés Emmanuel Macron de enviar tropas terrestres europeas a Ucrania, aunque fue rápidamente rechazada por Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y otros, ha agitado el debate público y ha sido interpretada por Putin como una amenaza directa.
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Además, Putin aprovechó la ocasión para alardear sobre el arsenal nuclear de Rusia, que describió como vastamente modernizado y el más grande del mundo, en un momento en que la guerra en Ucrania ha desencadenado la peor crisis en las relaciones entre Moscú y Occidente desde la Crisis de los Misiles en Cuba en 1962. La retórica de Putin no solo sirve como una advertencia a Occidente, sino que también refuerza su posición de cara a las elecciones presidenciales del 15 al 17 de marzo, donde se espera que sea reelegido para otro mandato de seis años.