Durante una cumbre de defensa celebrada en Londres, el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, afirmó que Europa se encuentra "en un cruce de caminos en la historia" y exhortó a los gobiernos europeos a actuar decisivamente en apoyo de Ucrania. Junto con Francia, el Reino Unido liderará lo que describió como una "coalición de los dispuestos", destinada a poner fin al conflicto con Rusia y garantizar la estabilidad en la región.

Como parte de los compromisos adquiridos, Starmer anunció un acuerdo que permitirá a Ucrania acceder a £1.6 mil millones (equivalente a $2,000 millones) en financiamiento de exportación. Este fondo será utilizado para adquirir más de 5,000 misiles de defensa aérea, que serán producidos por la empresa Thales en Belfast, lo que generará nuevos empleos en el Reino Unido. La medida busca fortalecer las capacidades de defensa ucranianas mientras se reactiva la economía británica.

La cumbre, que contó con la participación de líderes europeos, así como representantes de Canadá y Turquía, adquirió un carácter crítico tras las tensiones diplomáticas recientes entre el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyy y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Este encuentro tenía como objetivo alinear una respuesta unificada para contrarrestar la amenaza rusa y reafirmar el apoyo a Ucrania.

En su intervención, Starmer enfatizó la disposición del Reino Unido y sus aliados para proporcionar soporte militar tangible, incluyendo tropas y aviones: "botas en el suelo y aviones en el aire". Subrayó la necesidad de un plan integral para una paz justa y duradera, destacando que esto requerirá apoyo aéreo, logístico e inteligencia, especialmente con la cooperación activa de Estados Unidos.

El primer ministro polaco, Donald Tusk, calificó el evento como "histórico", mientras que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, anunció su intención de presentar un plan para "rearmar a Europa", aunque no se concretaron compromisos adicionales por parte de otros miembros de la OTAN. Starmer enfatizó que cualquier solución de alto el fuego debe incluir garantías de seguridad sólidas para impedir futuras agresiones de Rusia.

Entre las medidas para fortalecer la capacidad militar, Starmer confirmó que el Reino Unido planea aumentar su gasto en defensa al 2.5% del PIB para 2027 y aspira a alcanzar el 3% en los años posteriores. Además, Rachel Reeves, canciller británica, firmará un préstamo de £2.3 mil millones para que Ucrania adquiera armamento adicional. Este financiamiento provendrá de los beneficios generados por activos soberanos rusos actualmente bloqueados bajo sanciones internacionales.

La cumbre concluyó con un compromiso colectivo de mantener el flujo de ayuda militar a Ucrania, incluso después de cualquier acuerdo de alto el fuego, para garantizar que Kiev se encuentre en una posición sólida para prevenir futuros ataques rusos y salvaguardar su soberanía territorial. El financiamiento de £1.6 mil millones para los misiles de defensa aérea también tendrá un impacto local en el Reino Unido, ya que los misiles serán fabricados en Belfast, impulsando la industria armamentística británica y creando nuevos empleos en esa región.