El plan presentado por el gobierno francés el 3 de marzo de 2025 apunta a implementar un alto al fuego parcial de un mes en Ucrania, enfocado en la protección de infraestructuras aéreas, marítimas y energéticas. Esta propuesta no incluiría la suspensión de los combates terrestres. Según el presidente Emmanuel Macron, su objetivo es medir la buena fe de Rusia en el contexto de futuras negociaciones de paz. "No habrá tropas europeas desplegadas en Ucrania durante este período inicial; sin embargo, considerando el desarrollo de eventos, se podría contemplar el despliegue en una segunda fase", indicó Macron.
Barrot, por su parte, subrayó la importancia de esta medida como paso inicial para determinar si existe una verdadera voluntad por parte de Rusia, liderada por Vladimir Putin, de terminar la guerra. No obstante, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, mostró cautela ante la iniciativa, destacando la relevancia de disponer de garantías de seguridad inmediatas por parte de sus aliados. Recordó, además, violaciones previas de Rusia a compromisos de alto el fuego en 25 ocasiones entre 2014 y principios de 2022.
Aunque la propuesta francesa no ha encontrado un respaldo unánime, sigue dando pie a discusiones. Luke Pollard, ministro británico de las Fuerzas Armadas, afirmó que no existe un consenso formal en torno a este plan y que aún están sobre la mesa varias opciones. La falta de acuerdo claro entre Francia y Reino Unido, evidenciada en la cumbre europea celebrada un día antes en Londres, genera dudas sobre la viabilidad de la tregua y la unidad en Occidente frente al conflicto.
Mientras tanto, en el campo de batalla, los enfrentamientos continúan. Ucrania ha llevado a cabo contraataques limitados en Toretsk, mientras que Rusia prosigue su ofensiva en la región de Pokrovsk. La situación escaló con el ataque de un dron ucraniano a una refinería en la ciudad rusa de Ufa, distante más de 1,400 kilómetros de la frontera, y el anuncio ruso sobre la muerte de 150 soldados ucranianos en un ataque a una base cerca de Dnipro.
En el ámbito político y estratégico, Macron también hizo un llamado contundente a los países europeos para aumentar su gasto en defensa, proponiendo una asignación del 3% al 3.5% del PIB, significativamente mayor al 2% todavía inalcanzable para varios países. Señaló la necesidad de mecanismos financieros innovadores, incluida la emisión de deuda conjunta, como una vía para fortalecer la defensa comunitaria.
Por otro lado, figuras políticas internacionales añaden presión al panorama. Aliados del expresidente estadounidense Donald Trump sugirieron que Zelenskyy considere dimitir para facilitar las negociaciones, exacerbando las tensiones en un momento crítico. Más allá de las presiones externas e internas, el gobierno ucraniano enfrenta una decisión trascendental respecto a cómo proceder con esta nueva oferta.
La situación se desarrolla en un contexto de guerra prolongada y aumento de tensiones entre Rusia y las potencias occidentales. La tregua propuesta por Francia busca ser un punto de inflexión para medir tanto la disposición de Moscú como la capacidad de presión diplomática de Europa en el conflicto. Sin embargo, la falta de un frente común entre los aliados y las dudas de Ucrania podrían complicar la implementación de la iniciativa.
El plan presentado por el gobierno francés el 3 de marzo de 2025 apunta a implementar un alto al fuego parcial de un mes en Ucrania, enfocado en la protección de infraestructuras aéreas, marítimas y energéticas. Esta propuesta no incluiría la suspensión de los combates terrestres. Según el presidente Emmanuel Macron, su objetivo es medir la buena fe de Rusia en el contexto de futuras negociaciones de paz. "No habrá tropas europeas desplegadas en Ucrania durante este período inicial; sin embargo, considerando el desarrollo de eventos, se podría contemplar el despliegue en una segunda fase", indicó Macron.
Barrot, por su parte, subrayó la importancia de esta medida como paso inicial para determinar si existe una verdadera voluntad por parte de Rusia, liderada por Vladimir Putin, de terminar la guerra. No obstante, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenskyy, mostró cautela ante la iniciativa, destacando la relevancia de disponer de garantías de seguridad inmediatas por parte de sus aliados. Recordó, además, violaciones previas de Rusia a compromisos de alto el fuego en 25 ocasiones entre 2014 y principios de 2022.
Aunque la propuesta francesa no ha encontrado un respaldo unánime, sigue dando pie a discusiones. Luke Pollard, ministro británico de las Fuerzas Armadas, afirmó que no existe un consenso formal en torno a este plan y que aún están sobre la mesa varias opciones. La falta de acuerdo claro entre Francia y Reino Unido, evidenciada en la cumbre europea celebrada un día antes en Londres, genera dudas sobre la viabilidad de la tregua y la unidad en Occidente frente al conflicto.
Mientras tanto, en el campo de batalla, los enfrentamientos continúan. Ucrania ha llevado a cabo contraataques limitados en Toretsk, mientras que Rusia prosigue su ofensiva en la región de Pokrovsk. La situación escaló con el ataque de un dron ucraniano a una refinería en la ciudad rusa de Ufa, distante más de 1,400 kilómetros de la frontera, y el anuncio ruso sobre la muerte de 150 soldados ucranianos en un ataque a una base cerca de Dnipro.
En el ámbito político y estratégico, Macron también hizo un llamado contundente a los países europeos para aumentar su gasto en defensa, proponiendo una asignación del 3% al 3.5% del PIB, significativamente mayor al 2% todavía inalcanzable para varios países. Señaló la necesidad de mecanismos financieros innovadores, incluida la emisión de deuda conjunta, como una vía para fortalecer la defensa comunitaria.
Por otro lado, figuras políticas internacionales añaden presión al panorama. Aliados del expresidente estadounidense Donald Trump sugirieron que Zelenskyy considere dimitir para facilitar las negociaciones, exacerbando las tensiones en un momento crítico. Más allá de las presiones externas e internas, el gobierno ucraniano enfrenta una decisión trascendental respecto a cómo proceder con esta nueva oferta.
La situación se desarrolla en un contexto de guerra prolongada y aumento de tensiones entre Rusia y las potencias occidentales. La tregua propuesta por Francia busca ser un punto de inflexión para medir tanto la disposición de Moscú como la capacidad de presión diplomática de Europa en el conflicto. Sin embargo, la falta de un frente común entre los aliados y las dudas de Ucrania podrían complicar la implementación de la iniciativa.