El presidente de Chile, Gabriel Boric, ha manifestado una firme postura en relación a los resultados de las elecciones presidenciales en Venezuela, en las cuales Nicolás Maduro fue declarado ganador con un 51,2% de los votos, frente al 44,2% de su contrincante, Edmundo González. Boric calificó dichos resultados como "difíciles de creer" y subrayó que Chile no reconocerá ningún resultado que no sea verificable. Además, hizo un llamado a la total transparencia en el proceso electoral, incluyendo la participación de veedores internacionales independientes del gobierno venezolano.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, controlado por el oficialismo chavista, anunció que Maduro fue reelegido para un tercer mandato de seis años, obteniendo aproximadamente 5,15 millones de votos. En contraste, González logró alrededor de 4,45 millones de votos, cifras publicadas después del escrutinio del 80% de los votos. Ha sido catalogado como un fraude electoral por diversos observadores.
Antony Blinken, secretario de Estado de EE.UU., también cuestionó la legitimidad de los resultados, señalando la necesidad de un recuento justo y transparente de los votos. Blinken destacó que a nivel internacional se requiere que cada voto sea contado de manera justa y que se den a conocer todos los detalles del conteo electoral.
El presidente argentino Javier Milei se sumó a las críticas, instando a Nicolás Maduro a abandonar el poder y declarando que Argentina no reconocerá lo que calificó como fraude electoral. En respuesta, la cancillería venezolana defendió la legitimidad del proceso electoral y rechazó las preocupaciones internacionales como injerencias ajenas.
Este conjunto de rechazos y desconfianza hacia los resultados en Venezuela pone en evidencia la desconfianza de la comunidad internacional, encabezada por líderes de Chile y EE.UU., quienes exigen transparencia y una verificación exhaustiva del proceso electoral conforme a estándares democráticos y transparentes. La elección en la que Nicolás Maduro fue reelegido para un tercer mandato en Venezuela fue anunciada con un 80% del escrutinio completado, una situación que ha provocado diversas reacciones en la comunidad internacional.