El Topo Dorado de Winton, una especie que había eludido a los científicos y conservacionistas durante décadas, ha sido redescubierto en un emocionante giro de eventos. Este pequeño mamífero, conocido por su pelaje iridiscente y su habilidad para 'nadar' en la arena, fue visto por última vez en 1937. Su redescubrimiento cerca de Port Nolloth, en el noroeste de Sudáfrica, ha sido posible gracias a un esfuerzo conjunto de conservacionistas y un perro especialmente entrenado, Jessie, que jugó un papel crucial en la localización del esquivo animal.
El Topo Dorado de Winton, ciego y altamente sensible a las vibraciones, reside en madrigueras subterráneas y es conocido por su habilidad única para moverse a través de las dunas de arena sin crear túneles convencionales. Esta característica, junto con su pequeño tamaño y hábitat desafiante, lo ha hecho particularmente difícil de detectar. El equipo de búsqueda, compuesto por investigadores del Endangered Wildlife Trust (EWT) y la Universidad de Pretoria, utilizó una técnica innovadora de ADN ambiental (eDNA) para rastrear al topo, analizando muestras de suelo en busca de ADN de células de piel, orina, heces y mucosas.
El proyecto de búsqueda, que comenzó en 2017 como parte de una iniciativa más amplia para encontrar especies 'perdidas', ha sido un desafío tanto en términos de logística como de técnica. La búsqueda abarcó hasta 18 kilómetros de dunas al día, recolectando 100 muestras de arena en total. La perseverancia del equipo finalmente dio sus frutos al encontrar dos ejemplares de Topo Dorado de Winton, un descubrimiento que fue confirmado posteriormente mediante secuenciación genética.
Este hallazgo no solo es un testimonio de la tenacidad y la innovación en la conservación de especies, sino que también destaca la importancia de la biodiversidad y la necesidad de proteger hábitats únicos como las dunas costeras de Sudáfrica. A pesar de la alegría del descubrimiento, los investigadores advierten que el área no está protegida y está amenazada por actividades como la minería de diamantes, lo que pone en riesgo la supervivencia de esta especie recién redescubierta.