El activista y político Robert F. Kennedy Jr. ha quedado bajo el escrutinio público luego de que el Center for Biological Diversity Action Fund solicitara a la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) una investigación federal sobre su supuesta conducta en 1994. Según los reportes, Kennedy habría utilizado una motosierra para cortar la cabeza de una ballena muerta que encontró en Squaw Island, cerca de Hyannis Port, Massachusetts. Luego, ató la cabeza al techo de la miniván familiar con cuerdas elásticas y la transportó durante cinco horas hasta Mount Kisco, Nueva York.
El incidente, relatado en detalle por su hija Kick Kennedy en 2012, ha generado controversia debido a las posibles infracciones a la Ley de Protección de Mamíferos Marinos y la Ley de Especies en Peligro de Extinción. Brett Hartl, director político nacional de la organización ambientalista, ha subrayado la ilegalidad de poseer partes de mamíferos marinos y ha mencionado que el transporte del cráneo de ballena a través de líneas estatales podría constituir un delito federal bajo la Ley Lacey, que prohíbe el transporte de fauna obtenida ilegalmente.
En una carta dirigida a la NOAA, Hartl puntualiza que, aunque generalmente las pruebas anecdóticas no justificarían una investigación formal, las admisiones pasadas de Kennedy sobre su comportamiento imprudente en la colección de vida silvestre son motivo de preocupación. La carta también insta a Kennedy a entregar cualquier fauna obtenida ilegalmente, incluyendo el cráneo de la ballena, y sugiere que se consideren sanciones civiles y penales.
La campaña presidencial de Kennedy ha sido suspendida recientemente, mientras él mismo ha manifestado su apoyo a Donald Trump como candidato republicano. Este reciente escándalo se suma a otras controversias, como la admisión de haber dejado un cachorro de oso muerto en Central Park hace una década. La combinación de estos incidentes ha aumentado la presión para que las autoridades federales tomen acciones legales.
La NOAA aún no ha emitido una respuesta oficial a la solicitud de investigación por parte del Center for Biological Diversity Action Fund, pero las posibles violaciones de varias leyes de protección de la vida silvestre están siendo evaluadas.
Este caso pone en relieve el imperativo de la conservación marina y la severidad de las leyes diseñadas para proteger la fauna marina de la explotación ilegal. Las consecuencias legales para Kennedy podrían ser significativas, dependiendo de los hallazgos de cualquier investigación oficial. El cráneo de ballena azul, la especie a la que muy probablemente pertenecía la ballena decapitada por Kennedy, puede pesar más de 2,7 toneladas, lo que hace cuestionable la viabilidad de transportarlo en el techo de una miniván.