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Rusia advierte que responderá a los ataques con drones en Ucrania "cómo y cuándo" lo considere oportuno

El Kremlin ha advertido que responderá de manera firme a los recientes ataques con drones ucranianos que dañaron hasta 20 aviones de guerra en cuatro bases aéreas rusas, mientras Rusia intensifica sus ofensivas con misiles, deja al menos cinco muertos en Ucrania y denuncia sabotajes ucranianos en infraestructuras clave.

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Rusia advierte que responderá a los ataques con drones en Ucrania "cómo y cuándo" lo considere oportuno

El Kremlin ha advertido que responderá de manera firme a los recientes ataques con drones ucranianos que dañaron hasta 20 aviones de guerra en cuatro bases aéreas rusas, mientras Rusia intensifica sus ofensivas con misiles, deja al menos cinco muertos en Ucrania y denuncia sabotajes ucranianos en infraestructuras clave.

"Responderemos cómo y cuándo lo consideremos apropiado,"

– Declaró Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.

5/6/2025

Rusia anunció este lunes que adoptará medidas de represalia tras los ataques con drones lanzados por Ucrania el pasado fin de semana, que afectaron directamente a cuatro aeródromos militares y dañaron hasta 20 aviones de guerra, según informó el gobierno estadounidense. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, puntualizó que la respuesta rusa llegará en el momento y la forma que Moscú considere oportuna, una postura que fue comunicada por el presidente Vladimir Putin directamente al presidente estadounidense Donald Trump.


El ataque fue ejecutado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y constituye una de las operaciones más audaces de sabotaje ucraniano contra la aviación rusa desde el inicio de la guerra. Como reacción inmediata, las fuerzas rusas dirigieron una serie de lanzamientos de misiles y drones hacia ciudades ucranianas, resultado de lo cual al menos cinco civiles murieron tras el impacto de un proyectil en un edificio de apartamentos en Pryluky; entre las víctimas se cuentan un niño de un año, su madre y su abuela, según informaron las autoridades de emergencia ucranianas.


En Kherson, un edificio administrativo quedó severamente dañado debido al impacto de misiles disparados por el ejército ruso. Al momento, funcionarios del Kremlin sostienen que no se ha ejecutado aún una represalia oficial por el ataque con drones, y que los bombardeos recientes responden a la situación militar general. Sin embargo, estos hechos precedieron al colapso de dos puentes en territorio ocupado, suceso que provocó la muerte de siete personas, un episodio que Moscú atribuye a actos de sabotaje coordinados por Ucrania.


La situación ha generado llamados de sectores pro-Kremlin y de blogueros de guerra rusos para que el gobierno adopte medidas de represalia contundentes, e incluso algunos han solicitado una respuesta nuclear. No obstante, analistas internacionales y expertos como Pavel Podvig consideran improbable el empleo de armamento nuclear en el actual estadio del conflicto, dado que la doctrina rusa prevé su uso exclusivamente ante “amenazas críticas” a la soberanía e integridad territorial del país. Podvig afirmó que la reciente operación de drones no afecta el potencial de represalia nuclear ni representa una amenaza existencial para Rusia, recalcando que una acción nuclear sería condenada firmemente por China, principal aliado de Moscú.


En vez de una campaña nuclear, Moscú parece inclinarse por intensificar el uso de misiles balísticos, estrategia que ha utilizado previamente. En paralelo, Ucrania incrementa sus actividades de sabotaje, entre ellas la destrucción con explosivos de un puente clave que enlaza Rusia con la península de Crimea, territorio incorporado por Moscú en 2014.


El 5 de junio de 2025, el presidente Putin acusó a Ucrania de “organizar ataques terroristas” y cuestionó la viabilidad de continuar negociaciones de paz bajo tales condiciones. Trump, por su parte, calificó la operación ucraniana como “fuerte” y “audaz” y la consideró un obstáculo para las iniciativas diplomáticas dirigidas a poner fin a la contienda.


Pese a los daños infligidos por las operaciones ucranianas, la situación sigue siendo adversa para Ucrania. Las fuerzas rusas continúan su avance en el este del territorio ucraniano y mantienen los ataques contra ciudades con misiles y drones. En la región de Sumy, Moscú ha logrado ocupar más de 150 kilómetros cuadrados en menos de dos semanas, presionando a la capital regional en medio de crecientes tensiones bilaterales y acusaciones cruzadas por escaladas y sabotajes.

Algo Curioso

"Responderemos cómo y cuándo lo consideremos apropiado,"

– Declaró Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin.

Jun 5, 2025
Colglobal News

Rusia anunció este lunes que adoptará medidas de represalia tras los ataques con drones lanzados por Ucrania el pasado fin de semana, que afectaron directamente a cuatro aeródromos militares y dañaron hasta 20 aviones de guerra, según informó el gobierno estadounidense. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, puntualizó que la respuesta rusa llegará en el momento y la forma que Moscú considere oportuna, una postura que fue comunicada por el presidente Vladimir Putin directamente al presidente estadounidense Donald Trump.


El ataque fue ejecutado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y constituye una de las operaciones más audaces de sabotaje ucraniano contra la aviación rusa desde el inicio de la guerra. Como reacción inmediata, las fuerzas rusas dirigieron una serie de lanzamientos de misiles y drones hacia ciudades ucranianas, resultado de lo cual al menos cinco civiles murieron tras el impacto de un proyectil en un edificio de apartamentos en Pryluky; entre las víctimas se cuentan un niño de un año, su madre y su abuela, según informaron las autoridades de emergencia ucranianas.


En Kherson, un edificio administrativo quedó severamente dañado debido al impacto de misiles disparados por el ejército ruso. Al momento, funcionarios del Kremlin sostienen que no se ha ejecutado aún una represalia oficial por el ataque con drones, y que los bombardeos recientes responden a la situación militar general. Sin embargo, estos hechos precedieron al colapso de dos puentes en territorio ocupado, suceso que provocó la muerte de siete personas, un episodio que Moscú atribuye a actos de sabotaje coordinados por Ucrania.


La situación ha generado llamados de sectores pro-Kremlin y de blogueros de guerra rusos para que el gobierno adopte medidas de represalia contundentes, e incluso algunos han solicitado una respuesta nuclear. No obstante, analistas internacionales y expertos como Pavel Podvig consideran improbable el empleo de armamento nuclear en el actual estadio del conflicto, dado que la doctrina rusa prevé su uso exclusivamente ante “amenazas críticas” a la soberanía e integridad territorial del país. Podvig afirmó que la reciente operación de drones no afecta el potencial de represalia nuclear ni representa una amenaza existencial para Rusia, recalcando que una acción nuclear sería condenada firmemente por China, principal aliado de Moscú.


En vez de una campaña nuclear, Moscú parece inclinarse por intensificar el uso de misiles balísticos, estrategia que ha utilizado previamente. En paralelo, Ucrania incrementa sus actividades de sabotaje, entre ellas la destrucción con explosivos de un puente clave que enlaza Rusia con la península de Crimea, territorio incorporado por Moscú en 2014.


El 5 de junio de 2025, el presidente Putin acusó a Ucrania de “organizar ataques terroristas” y cuestionó la viabilidad de continuar negociaciones de paz bajo tales condiciones. Trump, por su parte, calificó la operación ucraniana como “fuerte” y “audaz” y la consideró un obstáculo para las iniciativas diplomáticas dirigidas a poner fin a la contienda.


Pese a los daños infligidos por las operaciones ucranianas, la situación sigue siendo adversa para Ucrania. Las fuerzas rusas continúan su avance en el este del territorio ucraniano y mantienen los ataques contra ciudades con misiles y drones. En la región de Sumy, Moscú ha logrado ocupar más de 150 kilómetros cuadrados en menos de dos semanas, presionando a la capital regional en medio de crecientes tensiones bilaterales y acusaciones cruzadas por escaladas y sabotajes.

Rusia anunció este lunes que adoptará medidas de represalia tras los ataques con drones lanzados por Ucrania el pasado fin de semana, que afectaron directamente a cuatro aeródromos militares y dañaron hasta 20 aviones de guerra, según informó el gobierno estadounidense. Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, puntualizó que la respuesta rusa llegará en el momento y la forma que Moscú considere oportuna, una postura que fue comunicada por el presidente Vladimir Putin directamente al presidente estadounidense Donald Trump.


El ataque fue ejecutado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) y constituye una de las operaciones más audaces de sabotaje ucraniano contra la aviación rusa desde el inicio de la guerra. Como reacción inmediata, las fuerzas rusas dirigieron una serie de lanzamientos de misiles y drones hacia ciudades ucranianas, resultado de lo cual al menos cinco civiles murieron tras el impacto de un proyectil en un edificio de apartamentos en Pryluky; entre las víctimas se cuentan un niño de un año, su madre y su abuela, según informaron las autoridades de emergencia ucranianas.


En Kherson, un edificio administrativo quedó severamente dañado debido al impacto de misiles disparados por el ejército ruso. Al momento, funcionarios del Kremlin sostienen que no se ha ejecutado aún una represalia oficial por el ataque con drones, y que los bombardeos recientes responden a la situación militar general. Sin embargo, estos hechos precedieron al colapso de dos puentes en territorio ocupado, suceso que provocó la muerte de siete personas, un episodio que Moscú atribuye a actos de sabotaje coordinados por Ucrania.


La situación ha generado llamados de sectores pro-Kremlin y de blogueros de guerra rusos para que el gobierno adopte medidas de represalia contundentes, e incluso algunos han solicitado una respuesta nuclear. No obstante, analistas internacionales y expertos como Pavel Podvig consideran improbable el empleo de armamento nuclear en el actual estadio del conflicto, dado que la doctrina rusa prevé su uso exclusivamente ante “amenazas críticas” a la soberanía e integridad territorial del país. Podvig afirmó que la reciente operación de drones no afecta el potencial de represalia nuclear ni representa una amenaza existencial para Rusia, recalcando que una acción nuclear sería condenada firmemente por China, principal aliado de Moscú.


En vez de una campaña nuclear, Moscú parece inclinarse por intensificar el uso de misiles balísticos, estrategia que ha utilizado previamente. En paralelo, Ucrania incrementa sus actividades de sabotaje, entre ellas la destrucción con explosivos de un puente clave que enlaza Rusia con la península de Crimea, territorio incorporado por Moscú en 2014.


El 5 de junio de 2025, el presidente Putin acusó a Ucrania de “organizar ataques terroristas” y cuestionó la viabilidad de continuar negociaciones de paz bajo tales condiciones. Trump, por su parte, calificó la operación ucraniana como “fuerte” y “audaz” y la consideró un obstáculo para las iniciativas diplomáticas dirigidas a poner fin a la contienda.


Pese a los daños infligidos por las operaciones ucranianas, la situación sigue siendo adversa para Ucrania. Las fuerzas rusas continúan su avance en el este del territorio ucraniano y mantienen los ataques contra ciudades con misiles y drones. En la región de Sumy, Moscú ha logrado ocupar más de 150 kilómetros cuadrados en menos de dos semanas, presionando a la capital regional en medio de crecientes tensiones bilaterales y acusaciones cruzadas por escaladas y sabotajes.

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