El nuevo "curso", que se implementará en las escuelas situadas en territorios temporalmente ocupados de Ucrania, pretende enseñar a los niños las tecnologías, características de diseño y montaje de vehículos aéreos no tripulados (UAVs) para fines militares. Según Ivan Fedorov, este programa no solo constituye una "flagrante violación del derecho internacional", sino que también prepara a los estudiantes para operaciones de combate, extendiendo el alcance de la guerra a las aulas.
Los informes indican que Rusia planea equipar cada escuela con drones y personal militar capacitado para enseñar a los niños cómo volar estos aparatos. Este movimiento es visto como un intento por parte del Kremlin de fomentar una perspectiva pro-Rusia entre las jóvenes generaciones y de reclutar futuros operadores de drones para su ejército.
Esta iniciativa ha sido objeto de fuertes críticas por parte de organismos internacionales, que señalan las implicaciones éticas y legales de involucrar a menores en actividades militares. La ley humanitaria internacional prohíbe reclutar y utilizar a niños menores de 15 años en conflictos armados, catalogando tales acciones como crímenes de guerra.
A pesar de las controversias, el programa parece avanzar con planes detallados para su implementación a gran escala. Se han programado sesiones de capacitación para profesores en más de 500 centros educativos en Rusia, con el fin de estar listos para el inicio del curso escolar 2024-2025.