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Rusia Siente la Guerra en Casa: Incursión Ucraniana en Kursk Provoca Desplazamientos Masivos.

La incursión llevada a cabo por Ucrania en la región rusa de Kursk desde el 6 de agosto de 2024 ha provocado una crisis considerable, con enfrentamientos que han obligado a decenas de miles de ciudadanos a abandonar sus hogares y agravado las tensiones entre ambas naciones.

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Rusia Siente la Guerra en Casa: Incursión Ucraniana en Kursk Provoca Desplazamientos Masivos.

La incursión llevada a cabo por Ucrania en la región rusa de Kursk desde el 6 de agosto de 2024 ha provocado una crisis considerable, con enfrentamientos que han obligado a decenas de miles de ciudadanos a abandonar sus hogares y agravado las tensiones entre ambas naciones.

"Nos sentimos traicionados no solo por el ejército ucraniano, sino también por nuestro propio gobierno"

- Expresaron residentes de Kursk a través de redes sociales.

18/8/2024

La incursión ucraniana en Kursk, iniciada el 6 de agosto de 2024, ha resultado en una crisis significativa en la región. Según reportes oficiales, el ejército ucraniano desplegó unas 10,000 tropas, logrando capturar un área de aproximadamente 1,100 km² alrededor de Sudzha. Este avance ha resultado más significativo que el territorio incursionado por Rusia en Ucrania en el último año.

La ofensiva ha forzado a unas 76,000 personas a evacuar sus hogares en Kursk, mayoritariamente hacia la ciudad homónima que cuenta con una población cercana al millón de habitantes. Los desplazados, que han llegado en condiciones de precariedad, enfrentan la realidad de vivir sin sus pertenencias y con una necesidad imperiosa de ayuda humanitaria. Se reportan largas colas para recibir asistencia esencial.

Ante esta situación, la percepción de la población local ha cambiado drásticamente. Los residentes han manifestado su descontento y frustración hacia el gobierno ruso, acusándolo de subestimar la amenaza. "Nos sentimos traicionados no solo por el ejército ucraniano, sino también por nuestro propio gobierno", es un sentimiento común expresado en redes sociales.

La respuesta oficial del Kremlin ha sido criticada por su falta de coherencia y transparencia. Inicialmente, las autoridades minimizaron la amenaza, mencionando la presencia de solo “100 saboteadores” en Kursk, cifra que posteriormente fue corregida a “800”. A medida que escalaban las tensiones, el gobierno anunció la asignación de 3 mil millones de rublos (aproximadamente 26 millones de libras esterlinas) para fortificaciones en la región.

La situación en Sudzha es aún más crítica debido a un apagón de comunicaciones, lo que ha complicado las labores de evacuación y ha dejado a muchas personas sin ningún tipo de contacto. La organización Liza Alert ha registrado casi 1,000 personas como desaparecidas en medio del caos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la región de Kursk no había enfrentado un conflicto de esta magnitud. Ahora, encontrándose en el teatro de operaciones militares, la percepción de seguridad y riesgo entre los habitantes ha cambiado radicalmente. Este evento subraya tanto la vulnerabilidad de las defensas rusas como la capacidad de Ucrania para llevar la guerra al territorio ruso.

Este desarrollo no solo desencadena una crisis humanitaria, sino que también representa un importante giro en el conflicto ruso-ucraniano, destacando la capacidad de Ucrania para desafiar la seguridad interna de Rusia y marcar un punto de inflexión en la guerra en curso. La región de Kursk es conocida históricamente por la Batalla de Kursk durante la Segunda Guerra Mundial, la cual fue una de las mayores batallas de tanques de la historia y resultó en una decisiva victoria soviética.

Algo Curioso

"Nos sentimos traicionados no solo por el ejército ucraniano, sino también por nuestro propio gobierno"

- Expresaron residentes de Kursk a través de redes sociales.

Aug 18, 2024
Colglobal News

La incursión ucraniana en Kursk, iniciada el 6 de agosto de 2024, ha resultado en una crisis significativa en la región. Según reportes oficiales, el ejército ucraniano desplegó unas 10,000 tropas, logrando capturar un área de aproximadamente 1,100 km² alrededor de Sudzha. Este avance ha resultado más significativo que el territorio incursionado por Rusia en Ucrania en el último año.

La ofensiva ha forzado a unas 76,000 personas a evacuar sus hogares en Kursk, mayoritariamente hacia la ciudad homónima que cuenta con una población cercana al millón de habitantes. Los desplazados, que han llegado en condiciones de precariedad, enfrentan la realidad de vivir sin sus pertenencias y con una necesidad imperiosa de ayuda humanitaria. Se reportan largas colas para recibir asistencia esencial.

Ante esta situación, la percepción de la población local ha cambiado drásticamente. Los residentes han manifestado su descontento y frustración hacia el gobierno ruso, acusándolo de subestimar la amenaza. "Nos sentimos traicionados no solo por el ejército ucraniano, sino también por nuestro propio gobierno", es un sentimiento común expresado en redes sociales.

La respuesta oficial del Kremlin ha sido criticada por su falta de coherencia y transparencia. Inicialmente, las autoridades minimizaron la amenaza, mencionando la presencia de solo “100 saboteadores” en Kursk, cifra que posteriormente fue corregida a “800”. A medida que escalaban las tensiones, el gobierno anunció la asignación de 3 mil millones de rublos (aproximadamente 26 millones de libras esterlinas) para fortificaciones en la región.

La situación en Sudzha es aún más crítica debido a un apagón de comunicaciones, lo que ha complicado las labores de evacuación y ha dejado a muchas personas sin ningún tipo de contacto. La organización Liza Alert ha registrado casi 1,000 personas como desaparecidas en medio del caos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la región de Kursk no había enfrentado un conflicto de esta magnitud. Ahora, encontrándose en el teatro de operaciones militares, la percepción de seguridad y riesgo entre los habitantes ha cambiado radicalmente. Este evento subraya tanto la vulnerabilidad de las defensas rusas como la capacidad de Ucrania para llevar la guerra al territorio ruso.

Este desarrollo no solo desencadena una crisis humanitaria, sino que también representa un importante giro en el conflicto ruso-ucraniano, destacando la capacidad de Ucrania para desafiar la seguridad interna de Rusia y marcar un punto de inflexión en la guerra en curso. La región de Kursk es conocida históricamente por la Batalla de Kursk durante la Segunda Guerra Mundial, la cual fue una de las mayores batallas de tanques de la historia y resultó en una decisiva victoria soviética.

La incursión ucraniana en Kursk, iniciada el 6 de agosto de 2024, ha resultado en una crisis significativa en la región. Según reportes oficiales, el ejército ucraniano desplegó unas 10,000 tropas, logrando capturar un área de aproximadamente 1,100 km² alrededor de Sudzha. Este avance ha resultado más significativo que el territorio incursionado por Rusia en Ucrania en el último año.

La ofensiva ha forzado a unas 76,000 personas a evacuar sus hogares en Kursk, mayoritariamente hacia la ciudad homónima que cuenta con una población cercana al millón de habitantes. Los desplazados, que han llegado en condiciones de precariedad, enfrentan la realidad de vivir sin sus pertenencias y con una necesidad imperiosa de ayuda humanitaria. Se reportan largas colas para recibir asistencia esencial.

Ante esta situación, la percepción de la población local ha cambiado drásticamente. Los residentes han manifestado su descontento y frustración hacia el gobierno ruso, acusándolo de subestimar la amenaza. "Nos sentimos traicionados no solo por el ejército ucraniano, sino también por nuestro propio gobierno", es un sentimiento común expresado en redes sociales.

La respuesta oficial del Kremlin ha sido criticada por su falta de coherencia y transparencia. Inicialmente, las autoridades minimizaron la amenaza, mencionando la presencia de solo “100 saboteadores” en Kursk, cifra que posteriormente fue corregida a “800”. A medida que escalaban las tensiones, el gobierno anunció la asignación de 3 mil millones de rublos (aproximadamente 26 millones de libras esterlinas) para fortificaciones en la región.

La situación en Sudzha es aún más crítica debido a un apagón de comunicaciones, lo que ha complicado las labores de evacuación y ha dejado a muchas personas sin ningún tipo de contacto. La organización Liza Alert ha registrado casi 1,000 personas como desaparecidas en medio del caos.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial, la región de Kursk no había enfrentado un conflicto de esta magnitud. Ahora, encontrándose en el teatro de operaciones militares, la percepción de seguridad y riesgo entre los habitantes ha cambiado radicalmente. Este evento subraya tanto la vulnerabilidad de las defensas rusas como la capacidad de Ucrania para llevar la guerra al territorio ruso.

Este desarrollo no solo desencadena una crisis humanitaria, sino que también representa un importante giro en el conflicto ruso-ucraniano, destacando la capacidad de Ucrania para desafiar la seguridad interna de Rusia y marcar un punto de inflexión en la guerra en curso. La región de Kursk es conocida históricamente por la Batalla de Kursk durante la Segunda Guerra Mundial, la cual fue una de las mayores batallas de tanques de la historia y resultó en una decisiva victoria soviética.

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