Mundo

Rusia y Ucrania pactan tregua en infraestructuras energéticas y el mar Negro tras mediación de EE.UU.

Tras intensas negociaciones en Riad, Arabia Saudita, con la intervención de Estados Unidos, Rusia y Ucrania han alcanzado un acuerdo de alto el fuego que protege infraestructuras energéticas críticas y garantiza la seguridad en el mar Negro. Es el primer pacto de este tipo desde julio de 2022 y contempla una tregua inicial de 30 días.

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Rusia y Ucrania pactan tregua en infraestructuras energéticas y el mar Negro tras mediación de EE.UU.

Tras intensas negociaciones en Riad, Arabia Saudita, con la intervención de Estados Unidos, Rusia y Ucrania han alcanzado un acuerdo de alto el fuego que protege infraestructuras energéticas críticas y garantiza la seguridad en el mar Negro. Es el primer pacto de este tipo desde julio de 2022 y contempla una tregua inicial de 30 días.

“La tregua ha entrado en vigor tan pronto como los documentos fueron publicados por la Casa Blanca”

– Afirmó Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania.

25/3/2025

En un logro diplomático significativo, Rusia y Ucrania han aceptado cesar las operaciones ofensivas sobre infraestructuras energéticas y en el mar Negro tras tres días de conversaciones lideradas por Estados Unidos en Riad, Arabia Saudita. Este acuerdo, que inició oficialmente el 18 de marzo de 2025, marca el primer alto el fuego entre ambas naciones desde julio de 2022, y busca desescalar un conflicto que lleva tres años afectando considerablemente a la seguridad global.

El pacto da inicio a una tregua inicial de 30 días con posibilidad de extensión, enfocada en proteger instalaciones clave como centrales nucleares, refinerías de petróleo, oleoductos y plantas de energía eléctrica de ambos países. Además, establece condiciones específicas en el mar Negro, prohibiendo el uso de la fuerza y el despliegue militar en buques comerciales, garantizando así la navegación segura en esta región esencial para el comercio y la logística.

El Kremlin puso condiciones importantes para aceptar este acuerdo, tal como el levantamiento de restricciones sobre sus exportaciones agrícolas y fertilizantes, así como el restablecimiento del acceso de los bancos rusos al sistema financiero internacional Swift. Estados Unidos, como mediador clave, se comprometió a supervisar que las partes cumplan los términos y a apoyar a Rusia con la reducción de costos de seguros marítimos e incremento del acceso a puertos y plataformas de pago.

A pesar del avance, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó sus preocupaciones sobre los términos que podrían debilitar a su país. Denunció que Ucrania no fue incluida en las discusiones asociadas a posibles acuerdos sobre división territorial y solicitó extender la protección a otras infraestructuras civiles vulnerables.

El contexto de este acuerdo no puede separarse de la magnitud del conflicto. Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Rusia ha ocupado aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, incluidas regiones cruciales como Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson. Las negociaciones en Riad han sido vistas como un esfuerzo tenue pero significativo para establecer un marco de entendimiento en un conflicto que ha cobrado un inmenso costo humano y material.

Sin embargo, la desconfianza sobre el cumplimiento del acuerdo persiste. El día previo a su firma, un ataque ruso en la ciudad de Sumy ocasionó 101 heridos, incluyendo 23 niños, reflejando la volatilidad de la situación. Adicionalmente, Rusia mantuvo sus ataques con drones en las últimas semanas, aumentando las dudas sobre su voluntad de adherirse a los términos pactados.

Este frágil acuerdo pone de manifiesto tanto la urgencia de reducir las hostilidades como la complejidad de las concesiones necesarias para alcanzar una tregua más permanente. Las partes y actores mediadores, como Estados Unidos, están bajo una intensa vigilancia internacional mientras las tensiones continúan vigentes en múltiples puntos estratégicos de la región.

El mar Negro, escenario clave en este acuerdo, no solo es vital para el comercio internacional debido a su ubicación estratégica entre Europa y Asia, sino que también es un corredor crucial para el transporte de trigo y otros alimentos hacia regiones dependientes, como Oriente Medio y África.

Algo Curioso

“La tregua ha entrado en vigor tan pronto como los documentos fueron publicados por la Casa Blanca”

– Afirmó Volodímir Zelenski, presidente de Ucrania.

Mar 25, 2025
Colglobal News

En un logro diplomático significativo, Rusia y Ucrania han aceptado cesar las operaciones ofensivas sobre infraestructuras energéticas y en el mar Negro tras tres días de conversaciones lideradas por Estados Unidos en Riad, Arabia Saudita. Este acuerdo, que inició oficialmente el 18 de marzo de 2025, marca el primer alto el fuego entre ambas naciones desde julio de 2022, y busca desescalar un conflicto que lleva tres años afectando considerablemente a la seguridad global.

El pacto da inicio a una tregua inicial de 30 días con posibilidad de extensión, enfocada en proteger instalaciones clave como centrales nucleares, refinerías de petróleo, oleoductos y plantas de energía eléctrica de ambos países. Además, establece condiciones específicas en el mar Negro, prohibiendo el uso de la fuerza y el despliegue militar en buques comerciales, garantizando así la navegación segura en esta región esencial para el comercio y la logística.

El Kremlin puso condiciones importantes para aceptar este acuerdo, tal como el levantamiento de restricciones sobre sus exportaciones agrícolas y fertilizantes, así como el restablecimiento del acceso de los bancos rusos al sistema financiero internacional Swift. Estados Unidos, como mediador clave, se comprometió a supervisar que las partes cumplan los términos y a apoyar a Rusia con la reducción de costos de seguros marítimos e incremento del acceso a puertos y plataformas de pago.

A pesar del avance, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó sus preocupaciones sobre los términos que podrían debilitar a su país. Denunció que Ucrania no fue incluida en las discusiones asociadas a posibles acuerdos sobre división territorial y solicitó extender la protección a otras infraestructuras civiles vulnerables.

El contexto de este acuerdo no puede separarse de la magnitud del conflicto. Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Rusia ha ocupado aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, incluidas regiones cruciales como Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson. Las negociaciones en Riad han sido vistas como un esfuerzo tenue pero significativo para establecer un marco de entendimiento en un conflicto que ha cobrado un inmenso costo humano y material.

Sin embargo, la desconfianza sobre el cumplimiento del acuerdo persiste. El día previo a su firma, un ataque ruso en la ciudad de Sumy ocasionó 101 heridos, incluyendo 23 niños, reflejando la volatilidad de la situación. Adicionalmente, Rusia mantuvo sus ataques con drones en las últimas semanas, aumentando las dudas sobre su voluntad de adherirse a los términos pactados.

Este frágil acuerdo pone de manifiesto tanto la urgencia de reducir las hostilidades como la complejidad de las concesiones necesarias para alcanzar una tregua más permanente. Las partes y actores mediadores, como Estados Unidos, están bajo una intensa vigilancia internacional mientras las tensiones continúan vigentes en múltiples puntos estratégicos de la región.

El mar Negro, escenario clave en este acuerdo, no solo es vital para el comercio internacional debido a su ubicación estratégica entre Europa y Asia, sino que también es un corredor crucial para el transporte de trigo y otros alimentos hacia regiones dependientes, como Oriente Medio y África.

En un logro diplomático significativo, Rusia y Ucrania han aceptado cesar las operaciones ofensivas sobre infraestructuras energéticas y en el mar Negro tras tres días de conversaciones lideradas por Estados Unidos en Riad, Arabia Saudita. Este acuerdo, que inició oficialmente el 18 de marzo de 2025, marca el primer alto el fuego entre ambas naciones desde julio de 2022, y busca desescalar un conflicto que lleva tres años afectando considerablemente a la seguridad global.

El pacto da inicio a una tregua inicial de 30 días con posibilidad de extensión, enfocada en proteger instalaciones clave como centrales nucleares, refinerías de petróleo, oleoductos y plantas de energía eléctrica de ambos países. Además, establece condiciones específicas en el mar Negro, prohibiendo el uso de la fuerza y el despliegue militar en buques comerciales, garantizando así la navegación segura en esta región esencial para el comercio y la logística.

El Kremlin puso condiciones importantes para aceptar este acuerdo, tal como el levantamiento de restricciones sobre sus exportaciones agrícolas y fertilizantes, así como el restablecimiento del acceso de los bancos rusos al sistema financiero internacional Swift. Estados Unidos, como mediador clave, se comprometió a supervisar que las partes cumplan los términos y a apoyar a Rusia con la reducción de costos de seguros marítimos e incremento del acceso a puertos y plataformas de pago.

A pesar del avance, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, expresó sus preocupaciones sobre los términos que podrían debilitar a su país. Denunció que Ucrania no fue incluida en las discusiones asociadas a posibles acuerdos sobre división territorial y solicitó extender la protección a otras infraestructuras civiles vulnerables.

El contexto de este acuerdo no puede separarse de la magnitud del conflicto. Desde el inicio de la invasión en febrero de 2022, Rusia ha ocupado aproximadamente el 20% del territorio ucraniano, incluidas regiones cruciales como Donetsk, Zaporizhzhia y Kherson. Las negociaciones en Riad han sido vistas como un esfuerzo tenue pero significativo para establecer un marco de entendimiento en un conflicto que ha cobrado un inmenso costo humano y material.

Sin embargo, la desconfianza sobre el cumplimiento del acuerdo persiste. El día previo a su firma, un ataque ruso en la ciudad de Sumy ocasionó 101 heridos, incluyendo 23 niños, reflejando la volatilidad de la situación. Adicionalmente, Rusia mantuvo sus ataques con drones en las últimas semanas, aumentando las dudas sobre su voluntad de adherirse a los términos pactados.

Este frágil acuerdo pone de manifiesto tanto la urgencia de reducir las hostilidades como la complejidad de las concesiones necesarias para alcanzar una tregua más permanente. Las partes y actores mediadores, como Estados Unidos, están bajo una intensa vigilancia internacional mientras las tensiones continúan vigentes en múltiples puntos estratégicos de la región.

El mar Negro, escenario clave en este acuerdo, no solo es vital para el comercio internacional debido a su ubicación estratégica entre Europa y Asia, sino que también es un corredor crucial para el transporte de trigo y otros alimentos hacia regiones dependientes, como Oriente Medio y África.

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