En un caso que ha conmocionado a la comunidad de Pottstown, Pensilvania, el ex pastor de la parroquia St. Thomas More, Lawrence Kozak, ha sido acusado formalmente de malversación de fondos parroquiales. Según un documento de la policía estatal de Pensilvania, Kozak realizó más de 2,000 transacciones etiquetadas como “juegos” que suman un desembolso de más de $214,000 en su ID de Apple, de los cuales cerca de $44,000 fueron cargados a una tarjeta de crédito vinculada a la parroquia.
Los informes indican que el sacerdote utilizó la tarjeta de crédito parroquial para adquirir créditos en aplicaciones de juegos móviles populares como Candy Crush, Mario Kart, y Pokémon Go, además de en juegos de tragamonedas como Cash Frenzy y Willy Wonka Vegas Casino Slots. Es importante señalar que, aunque estos juegos permiten gastar dinero real, no ofrecen recompensas monetarias reales.
En un intento por justificar sus acciones durante una entrevista con un detective investigador, Kozak argumentó que gastar dinero en estas aplicaciones no constituía un acto de juego per se, sino más bien “potenciar” su experiencia en el juego. Esta explicación, sin embargo, no ha mitigado la gravedad de las acusaciones en su contra.
Este escándalo ha resurgido preocupaciones sobre la supervisión de las finanzas parroquiales, especialmente después de que la gerente de negocios de la parroquia comparara el caso de Kozak con el de Monsignor Joseph McLoone, quien renunció y fue condenado por delitos similares en 2018. La gerente expresó su preocupación diciendo a Kozak: “No quiero ver tu nombre en el periódico”.