El pasado 20 de agosto de 2024, un soldado norcoreano identificado como sargento de personal del ejército, desertó a Corea del Sur cruzando la frontera militarizada en la región de Goseong, ubicada en la costa oriental de la península coreana. Según la agencia de noticias Yonhap, las autoridades surcoreanas interceptaron al desertor mientras caminaba por una carretera costera en la provincia de Gangwon, vistiendo su uniforme militar.
Inmediatamente después de su detención, el soldado fue entregado a las autoridades pertinentes para ser interrogado sobre sus motivos y el proceso de deserción. Aunque el Ministerio de Defensa de Corea del Sur ha confirmado el hecho, no ha podido proporcionar detalles específicos sobre la situación, ya que se está llevando a cabo una investigación.
Este incidente marca la segunda deserción de un norcoreano en el lapso de dos semanas. El 8 de agosto de 2024, otro ciudadano norcoreano cruzó la frontera marítima en el Mar Amarillo. Las deserciones directas a través de la frontera intercoreana son vistas como extremadamente riesgosas y, por lo tanto, son relativamente raras. La mayoría de los desertores suelen salir de Corea del Norte a través de China o de otros países terceros.
Desde el año 2020, el número de deserciones se redujo drásticamente debido al cierre de fronteras impuesto por Corea del Norte para prevenir la propagación del COVID-19. Sin embargo, en 2023, tras la reapertura de la frontera china, el número de desertores que lograron llegar a Corea del Sur prácticamente se triplicó, alcanzando un total de 196, en comparación con los 67 del año 2022. Este incremento también ha incluido a miembros de la clase privilegiada, como diplomáticos y estudiantes.
En esta ocasión, las autoridades surcoreanas no detectaron movimientos inusuales de tropas norcoreanas durante la deserción, lo cual sugiere que el incidente no está relacionado con un plan militar más amplio. La frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur, conocida como la Zona Desmilitarizada (DMZ por sus siglas en inglés), es uno de los lugares más fortificados del mundo, con cercas de alambre de púas, campos de minas y miles de soldados patrullando a ambos lados.