El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, declaró recientemente en un discurso en Bruselas que no es factible esperar que Ucrania recupere las fronteras que tenía antes de la anexión de Crimea por parte de Rusia en 2014. Según Hegseth, insistir en este objetivo no haría más que alargar el conflicto y aumentar el sufrimiento de las personas afectadas por la guerra. Estas declaraciones tienen lugar en el contexto de una guerra que se aproxima a su tercer año y en la que se calcula que las fuerzas rusas dominan alrededor del 20% del territorio ucraniano, con avances recientes en la región de Donbás.
El posicionamiento de Hegseth también incluye una clara oposición a que Ucrania se una a la OTAN como parte de un acuerdo negociado, a pesar de acuerdos previos entre los aliados que calificaban el camino de Ucrania hacia la OTAN como "irreversible". Además, el secretario descartó la posibilidad de involucrar tropas estadounidenses directamente en el terreno, sugiriendo, en su lugar, que cualquier fuerza de apoyo debería estar compuesta por tropas "europeas y no europeas capaces" ajenas al paraguas de la alianza transatlántica.
Durante su intervención, Hegseth destacó la necesidad de terminar con el "baño de sangre" y subrayó que Estados Unidos no tolerará relaciones de dependencia de Europa en cuestiones de defensa. Para abordar este desequilibrio, ha instado a los países aliados de la OTAN a incrementar significativamente su gasto militar, proponiendo pasar del actual 2% del Producto Interno Bruto (PIB) al 5%. Este tema será central en la cumbre de la OTAN programada para junio en la ciudad de La Haya.
Por otro lado, estas declaraciones se producen mientras el presidente Donald Trump lidera intentos para promover un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. Para ello, Trump ha sostenido conversaciones con los presidentes Vladimir Putin y Volodímir Zelensky, manifestando su percepción de que ambos líderes tienen interés en alcanzar la paz. Según Trump, la influencia y la fortaleza de Estados Unidos podrían desempeñar un papel clave en motivar a Rusia hacia un acuerdo.
El panorama planteado por Hegseth refleja un enfoque pragmático y un llamado a redefinir las prioridades en la región. Esto, sin embargo, representa un giro respecto a la postura adoptada previamente por los aliados occidentales que apoyaban más decididamente las aspiraciones territoriales y de adhesión a la OTAN por parte de Ucrania.