Alex Batty, un joven británico de 17 años, ha emergido como el protagonista de una historia que combina elementos de aventura, misterio y supervivencia. Desaparecido en 2017 durante unas vacaciones en Málaga, España, con su madre y abuelo, Alex fue hallado recientemente en Francia. Su historia es una odisea de seis años a través de varias comunidades espirituales nómadas, una vida que él mismo decidió abandonar.
Desde que tenía 11 años, Alex vivió una existencia nómada junto a su madre y abuelo, viajando de España a Marruecos y luego al sur de Francia. Esta vida poco convencional, lejos de la tutela legal de su abuela en Inglaterra, lo llevó a experimentar un mundo muy distinto al que conocía. La decisión de su madre de mudarse a Finlandia fue el punto de inflexión para Alex, quien decidió escapar.
El escape de Alex no fue sencillo. Caminó de noche y se ocultó de día, alimentándose de lo que encontraba en campos y jardines, sin teléfono y con escasos recursos. Su viaje lo llevó a través de los Pirineos franceses, con el objetivo de llegar a Toulouse y, desde allí, regresar a Inglaterra. Esta travesía refleja no solo su deseo de cambio sino también su valentía y determinación.
La historia de Alex se entrelaza con la de Fabien Accidini, un estudiante que lo encontró caminando solo bajo la lluvia en una carretera de los Pirineos. Accidini, conmovido por la situación del joven, le ofreció ayuda, lo que finalmente permitió a Alex contactar a su abuela y comenzar el proceso de regreso a su hogar en Manchester. Este encuentro fortuito puso fin a años de búsqueda y preocupación por parte de su familia en Inglaterra.