Mundo

Subsidios a Combustibles Fósiles Persisten a Pesar de Compromisos Climáticos

Un informe de la ONU revela que solo el 4% de los países han propuesto eliminar los multimillonarios subsidios a los combustibles fósiles en sus planes climáticos, a pesar de los compromisos globales para combatir el cambio climático.

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Subsidios a Combustibles Fósiles Persisten a Pesar de Compromisos Climáticos

Un informe de la ONU revela que solo el 4% de los países han propuesto eliminar los multimillonarios subsidios a los combustibles fósiles en sus planes climáticos, a pesar de los compromisos globales para combatir el cambio climático.

"La eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles conducirá a una reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de hasta un 10% para 2030"

- Enfatiza un panel de expertos de la ONU.

16/11/2023

Los gobiernos de todo el mundo destinan anualmente cientos de miles de millones de dólares en subsidios al sector de los combustibles fósiles, a pesar de ser los principales responsables de la crisis climática. Esta situación ha llevado al planeta a un estado excepcional, donde la eliminación de dichos subsidios se ha convertido en una demanda clave en la lucha contra el cambio climático. La conferencia climática de la ONU en Glasgow en 2021 incluyó un llamado a eliminar gradualmente la ayuda pública ineficiente al sector de los combustibles fósiles, pero este llamado no se ha traducido en compromisos concretos en los planes de acción climática nacionales.

Un informe reciente de la ONU examina los planes de los 194 países firmantes del Acuerdo de París. Aunque la mayoría se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y promover energías renovables, solo un 4% incluye referencias directas a la eliminación gradual de la ayuda pública para los combustibles fósiles. Este porcentaje no representa ni siquiera el 4% del total de la ayuda pública anual mundial al sector del petróleo, gas o carbón. Además, el informe no menciona qué naciones han asumido este compromiso, destacando la ausencia de esta política en los planes climáticos de las principales potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como China, Estados Unidos e India.

La cuantificación del total de la ayuda hacia la producción y consumo de combustibles es compleja. En 2021, se destinaron 732 mil millones de dólares de dinero público en las 82 economías más grandes del mundo directamente a este sector, según datos de la OCDE. Sin embargo, el FMI reporta que la ayuda pública al sector de los combustibles fósiles alcanzó los 7 billones de dólares en 2022, incluyendo una gran cantidad de dinero público tomado indirectamente por este sector. Por ejemplo, el informe incluye ciertos gastos de atención médica incurridos por los estados debido a problemas de salud causados por los combustibles fósiles. Ambos informes concluyen que esta ayuda es sustancial y, lejos de reducirse, ha aumentado significativamente desde 2020.

Algo Curioso
A pesar de los claros beneficios ambientales y económicos de la transición hacia energías renovables, el sector de los combustibles fósiles sigue siendo uno de los más subvencionados en el mundo, con subsidios que superan a menudo a los destinados a las energías renovables.

Impacto y Desafíos de los Subsidios a Combustibles Fósiles

La eliminación de estos subsidios tendría beneficios climáticos directos. Los expertos de la ONU enfatizan que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha establecido que la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles llevará a una reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de hasta un 10% para 2030, además de generar otros beneficios ambientales y financieros.

El informe de la ONU es uno de los documentos de trabajo más importantes para la cumbre que comienza este 30 de noviembre en Dubái, ya que permite monitorear la evolución de las medidas y compromisos en la lucha contra el calentamiento global. Cada año, antes de estas cumbres, se presenta el balance y se actualizan los planes de acción climática nacionales (en esta ocasión, se han actualizado 20 programas). La conclusión principal es, una vez más, la misma que en ediciones anteriores de la cumbre: se está avanzando, pero no a la velocidad e intensidad requeridas para que el calentamiento permanezca dentro de los límites seguros establecidos en el Acuerdo de París.

Las emisiones globales de gases de efecto invernadero resultantes de las actividades humanas diarias, responsables de la crisis climática, alcanzarán su punto máximo esta década, "antes de 2030", concluye el análisis de la ONU. Pero, como recordó el martes pasado el Secretario General de la ONU, António Guterres, esto no es suficiente para "controlar la crisis climática" y evitar "lo peor de la catástrofe".

En 2030, las emisiones globales disminuirán un 2% en comparación con los niveles de 2019 si se implementan completamente los planes nacionales presentados bajo el Acuerdo de París. El objetivo central del pacto firmado en 2015 establece que el aumento de las temperaturas promedio al final del siglo debe permanecer por debajo de dos grados Celsius en comparación con los niveles preindustriales, aunque preferiblemente lo más por debajo de 1.5 grados como sea posible (el calentamiento ya ha alcanzado 1.1 grados Celsius). Sin embargo, los expertos de la ONU indican en su informe que la implementación completa de los planes nacionales actuales llevaría a un aumento de la temperatura de entre 2.1 y 2.8 grados Celsius. En el mejor de los casos, esto representa el doble del nivel actual de calentamiento.

El Camino Hacia la Reducción de Emisiones y la Transición Energética

El IPCC estima que, para cumplir con el objetivo de 1.5 grados, las emisiones globales tendrían que disminuir en un 43% en 2030 en comparación con 2019... muy lejos del 2% que ahora contemplan los planes nacionales. Para hacer posible el objetivo de dos grados, la reducción al final de esta década debería ser del 27%.

Sin embargo, mientras el tiempo pasa rápidamente, esta historia aún no ha terminado. Los planes nacionales de reducción de emisiones aún pueden actualizarse. "El informe de hoy muestra que los gobiernos combinados están dando pasos de bebé para evitar la crisis climática. Y muestra por qué los gobiernos deben actualizar sus planes climáticos antes de la cumbre de Dubái", dijo el martes pasado el director de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell.

La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es un desafío global que requiere una acción coordinada y decidida. Los subsidios a los combustibles fósiles representan un obstáculo significativo en este camino, ya que perpetúan la dependencia de estas fuentes de energía y desalientan la inversión en alternativas renovables.

Fuentes

El País

"La eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles conducirá a una reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de hasta un 10% para 2030"

- Enfatiza un panel de expertos de la ONU.

Nov 16, 2023
Colglobal News

Los gobiernos de todo el mundo destinan anualmente cientos de miles de millones de dólares en subsidios al sector de los combustibles fósiles, a pesar de ser los principales responsables de la crisis climática. Esta situación ha llevado al planeta a un estado excepcional, donde la eliminación de dichos subsidios se ha convertido en una demanda clave en la lucha contra el cambio climático. La conferencia climática de la ONU en Glasgow en 2021 incluyó un llamado a eliminar gradualmente la ayuda pública ineficiente al sector de los combustibles fósiles, pero este llamado no se ha traducido en compromisos concretos en los planes de acción climática nacionales.

Un informe reciente de la ONU examina los planes de los 194 países firmantes del Acuerdo de París. Aunque la mayoría se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y promover energías renovables, solo un 4% incluye referencias directas a la eliminación gradual de la ayuda pública para los combustibles fósiles. Este porcentaje no representa ni siquiera el 4% del total de la ayuda pública anual mundial al sector del petróleo, gas o carbón. Además, el informe no menciona qué naciones han asumido este compromiso, destacando la ausencia de esta política en los planes climáticos de las principales potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como China, Estados Unidos e India.

La cuantificación del total de la ayuda hacia la producción y consumo de combustibles es compleja. En 2021, se destinaron 732 mil millones de dólares de dinero público en las 82 economías más grandes del mundo directamente a este sector, según datos de la OCDE. Sin embargo, el FMI reporta que la ayuda pública al sector de los combustibles fósiles alcanzó los 7 billones de dólares en 2022, incluyendo una gran cantidad de dinero público tomado indirectamente por este sector. Por ejemplo, el informe incluye ciertos gastos de atención médica incurridos por los estados debido a problemas de salud causados por los combustibles fósiles. Ambos informes concluyen que esta ayuda es sustancial y, lejos de reducirse, ha aumentado significativamente desde 2020.

Los gobiernos de todo el mundo destinan anualmente cientos de miles de millones de dólares en subsidios al sector de los combustibles fósiles, a pesar de ser los principales responsables de la crisis climática. Esta situación ha llevado al planeta a un estado excepcional, donde la eliminación de dichos subsidios se ha convertido en una demanda clave en la lucha contra el cambio climático. La conferencia climática de la ONU en Glasgow en 2021 incluyó un llamado a eliminar gradualmente la ayuda pública ineficiente al sector de los combustibles fósiles, pero este llamado no se ha traducido en compromisos concretos en los planes de acción climática nacionales.

Un informe reciente de la ONU examina los planes de los 194 países firmantes del Acuerdo de París. Aunque la mayoría se compromete a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero y promover energías renovables, solo un 4% incluye referencias directas a la eliminación gradual de la ayuda pública para los combustibles fósiles. Este porcentaje no representa ni siquiera el 4% del total de la ayuda pública anual mundial al sector del petróleo, gas o carbón. Además, el informe no menciona qué naciones han asumido este compromiso, destacando la ausencia de esta política en los planes climáticos de las principales potencias emisoras de gases de efecto invernadero, como China, Estados Unidos e India.

La cuantificación del total de la ayuda hacia la producción y consumo de combustibles es compleja. En 2021, se destinaron 732 mil millones de dólares de dinero público en las 82 economías más grandes del mundo directamente a este sector, según datos de la OCDE. Sin embargo, el FMI reporta que la ayuda pública al sector de los combustibles fósiles alcanzó los 7 billones de dólares en 2022, incluyendo una gran cantidad de dinero público tomado indirectamente por este sector. Por ejemplo, el informe incluye ciertos gastos de atención médica incurridos por los estados debido a problemas de salud causados por los combustibles fósiles. Ambos informes concluyen que esta ayuda es sustancial y, lejos de reducirse, ha aumentado significativamente desde 2020.

Algo Curioso
A pesar de los claros beneficios ambientales y económicos de la transición hacia energías renovables, el sector de los combustibles fósiles sigue siendo uno de los más subvencionados en el mundo, con subsidios que superan a menudo a los destinados a las energías renovables.

Impacto y Desafíos de los Subsidios a Combustibles Fósiles

La eliminación de estos subsidios tendría beneficios climáticos directos. Los expertos de la ONU enfatizan que el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC) ha establecido que la eliminación de los subsidios a los combustibles fósiles llevará a una reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero de hasta un 10% para 2030, además de generar otros beneficios ambientales y financieros.

El informe de la ONU es uno de los documentos de trabajo más importantes para la cumbre que comienza este 30 de noviembre en Dubái, ya que permite monitorear la evolución de las medidas y compromisos en la lucha contra el calentamiento global. Cada año, antes de estas cumbres, se presenta el balance y se actualizan los planes de acción climática nacionales (en esta ocasión, se han actualizado 20 programas). La conclusión principal es, una vez más, la misma que en ediciones anteriores de la cumbre: se está avanzando, pero no a la velocidad e intensidad requeridas para que el calentamiento permanezca dentro de los límites seguros establecidos en el Acuerdo de París.

Las emisiones globales de gases de efecto invernadero resultantes de las actividades humanas diarias, responsables de la crisis climática, alcanzarán su punto máximo esta década, "antes de 2030", concluye el análisis de la ONU. Pero, como recordó el martes pasado el Secretario General de la ONU, António Guterres, esto no es suficiente para "controlar la crisis climática" y evitar "lo peor de la catástrofe".

En 2030, las emisiones globales disminuirán un 2% en comparación con los niveles de 2019 si se implementan completamente los planes nacionales presentados bajo el Acuerdo de París. El objetivo central del pacto firmado en 2015 establece que el aumento de las temperaturas promedio al final del siglo debe permanecer por debajo de dos grados Celsius en comparación con los niveles preindustriales, aunque preferiblemente lo más por debajo de 1.5 grados como sea posible (el calentamiento ya ha alcanzado 1.1 grados Celsius). Sin embargo, los expertos de la ONU indican en su informe que la implementación completa de los planes nacionales actuales llevaría a un aumento de la temperatura de entre 2.1 y 2.8 grados Celsius. En el mejor de los casos, esto representa el doble del nivel actual de calentamiento.

El Camino Hacia la Reducción de Emisiones y la Transición Energética

El IPCC estima que, para cumplir con el objetivo de 1.5 grados, las emisiones globales tendrían que disminuir en un 43% en 2030 en comparación con 2019... muy lejos del 2% que ahora contemplan los planes nacionales. Para hacer posible el objetivo de dos grados, la reducción al final de esta década debería ser del 27%.

Sin embargo, mientras el tiempo pasa rápidamente, esta historia aún no ha terminado. Los planes nacionales de reducción de emisiones aún pueden actualizarse. "El informe de hoy muestra que los gobiernos combinados están dando pasos de bebé para evitar la crisis climática. Y muestra por qué los gobiernos deben actualizar sus planes climáticos antes de la cumbre de Dubái", dijo el martes pasado el director de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell.

La transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles es un desafío global que requiere una acción coordinada y decidida. Los subsidios a los combustibles fósiles representan un obstáculo significativo en este camino, ya que perpetúan la dependencia de estas fuentes de energía y desalientan la inversión en alternativas renovables.

Fuentes

El País

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