Mundo

Sudán asegura que el plan para la primera base naval rusa en África sigue adelante: “No hay obstáculos”

El gobierno de Sudán ha confirmado el avance del plan para establecer la primera base naval rusa en territorio africano. Este proyecto, retrasado por años, permitirá a Rusia mantener hasta cuatro buques de guerra en la costa del Mar Rojo durante 25 años. La iniciativa emerge en medio de un complejo escenario político interno y competencia geopolítica internacional.

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Sudán asegura que el plan para la primera base naval rusa en África sigue adelante: “No hay obstáculos”

El gobierno de Sudán ha confirmado el avance del plan para establecer la primera base naval rusa en territorio africano. Este proyecto, retrasado por años, permitirá a Rusia mantener hasta cuatro buques de guerra en la costa del Mar Rojo durante 25 años. La iniciativa emerge en medio de un complejo escenario político interno y competencia geopolítica internacional.

“No hay obstáculos para la implementación del acuerdo”

– Afirmó el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.

13/2/2025

El ministro de Relaciones Exteriores de Sudán, Ali Youssef Ahmed al-Sharif, durante su visita a Moscú, confirmó que el plan de establecer la primera base naval rusa en África ha obtenido el respaldo necesario y avanzará finalmente tras varios años de retrasos. La propuesta, que comenzó a discutirse en 2017 y fue firmada oficialmente en 2020, establece un acuerdo bilateral entre Sudán y Rusia por el cual este último podrá instalar y operar una base naval en la costa sudanesa del Mar Rojo.

La base estará ubicada en un punto estratégico que conecta el Canal de Suez con el Océano Índico, una ruta por la que transita cerca del 12% del comercio mundial. Diseñada para servir como centro logístico, la instalación proveerá capacidades para el mantenimiento y aprovisionamiento de buques rusos, con una capacidad máxima de permanencia para hasta cuatro naves, incluidas aquellas con propulsión nuclear.

El acuerdo tendrá una duración inicial de 25 años y ha sido descrito por ambas partes como una instalación de carácter defensivo, sin intenciones hostiles hacia otros países. Los ministros de Relaciones Exteriores de Sudán y Rusia destacaron que el único requisito pendiente para su implementación es la ratificación formal por las autoridades de ambas naciones.

El desarrollo del acuerdo enfrenta un contexto interno complicado en Sudán, donde desde abril de 2023 se libra una guerra civil entre el ejército gubernamental y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Este conflicto ha complicado la dinámica geopolítica, pues el grupo paramilitar RSF ha recibido apoyo del grupo Wagner, vinculado al gobierno ruso, mientras que el Kremlin ha mostrado respaldo al ejército sudanés.

En términos globales, la base naval rusa se suma a la creciente competencia militar en la región, donde Estados Unidos y China ya cuentan con instalaciones operativas en Djibouti. Además, esta nueva presencia refuerza los intereses estratégicos de Rusia en un momento en el que su única base naval en el Mediterráneo, ubicada en Tartus, Siria, enfrenta incertidumbre debido a la inestabilidad del país.

Los expertos señalan que el establecimiento de esta base no solo fortalece la influencia militar y política de Rusia en África, sino que también subraya la importancia estratégica del Mar Rojo como punto de enlace entre continentes y eje de las rutas comerciales mundiales. Los movimientos de Moscú en este sentido reflejan su interés en mantener y expandir su presencia geopolítica en regiones clave. El puerto donde se construirá la base rusa, en la costa del Mar Rojo, es un área única por su importancia global, ya que el tráfico marítimo de aproximadamente un octavo del comercio mundial pasa en sus inmediaciones.

Algo Curioso

“No hay obstáculos para la implementación del acuerdo”

– Afirmó el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov.

Feb 13, 2025
Colglobal News

El ministro de Relaciones Exteriores de Sudán, Ali Youssef Ahmed al-Sharif, durante su visita a Moscú, confirmó que el plan de establecer la primera base naval rusa en África ha obtenido el respaldo necesario y avanzará finalmente tras varios años de retrasos. La propuesta, que comenzó a discutirse en 2017 y fue firmada oficialmente en 2020, establece un acuerdo bilateral entre Sudán y Rusia por el cual este último podrá instalar y operar una base naval en la costa sudanesa del Mar Rojo.

La base estará ubicada en un punto estratégico que conecta el Canal de Suez con el Océano Índico, una ruta por la que transita cerca del 12% del comercio mundial. Diseñada para servir como centro logístico, la instalación proveerá capacidades para el mantenimiento y aprovisionamiento de buques rusos, con una capacidad máxima de permanencia para hasta cuatro naves, incluidas aquellas con propulsión nuclear.

El acuerdo tendrá una duración inicial de 25 años y ha sido descrito por ambas partes como una instalación de carácter defensivo, sin intenciones hostiles hacia otros países. Los ministros de Relaciones Exteriores de Sudán y Rusia destacaron que el único requisito pendiente para su implementación es la ratificación formal por las autoridades de ambas naciones.

El desarrollo del acuerdo enfrenta un contexto interno complicado en Sudán, donde desde abril de 2023 se libra una guerra civil entre el ejército gubernamental y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Este conflicto ha complicado la dinámica geopolítica, pues el grupo paramilitar RSF ha recibido apoyo del grupo Wagner, vinculado al gobierno ruso, mientras que el Kremlin ha mostrado respaldo al ejército sudanés.

En términos globales, la base naval rusa se suma a la creciente competencia militar en la región, donde Estados Unidos y China ya cuentan con instalaciones operativas en Djibouti. Además, esta nueva presencia refuerza los intereses estratégicos de Rusia en un momento en el que su única base naval en el Mediterráneo, ubicada en Tartus, Siria, enfrenta incertidumbre debido a la inestabilidad del país.

Los expertos señalan que el establecimiento de esta base no solo fortalece la influencia militar y política de Rusia en África, sino que también subraya la importancia estratégica del Mar Rojo como punto de enlace entre continentes y eje de las rutas comerciales mundiales. Los movimientos de Moscú en este sentido reflejan su interés en mantener y expandir su presencia geopolítica en regiones clave. El puerto donde se construirá la base rusa, en la costa del Mar Rojo, es un área única por su importancia global, ya que el tráfico marítimo de aproximadamente un octavo del comercio mundial pasa en sus inmediaciones.

El ministro de Relaciones Exteriores de Sudán, Ali Youssef Ahmed al-Sharif, durante su visita a Moscú, confirmó que el plan de establecer la primera base naval rusa en África ha obtenido el respaldo necesario y avanzará finalmente tras varios años de retrasos. La propuesta, que comenzó a discutirse en 2017 y fue firmada oficialmente en 2020, establece un acuerdo bilateral entre Sudán y Rusia por el cual este último podrá instalar y operar una base naval en la costa sudanesa del Mar Rojo.

La base estará ubicada en un punto estratégico que conecta el Canal de Suez con el Océano Índico, una ruta por la que transita cerca del 12% del comercio mundial. Diseñada para servir como centro logístico, la instalación proveerá capacidades para el mantenimiento y aprovisionamiento de buques rusos, con una capacidad máxima de permanencia para hasta cuatro naves, incluidas aquellas con propulsión nuclear.

El acuerdo tendrá una duración inicial de 25 años y ha sido descrito por ambas partes como una instalación de carácter defensivo, sin intenciones hostiles hacia otros países. Los ministros de Relaciones Exteriores de Sudán y Rusia destacaron que el único requisito pendiente para su implementación es la ratificación formal por las autoridades de ambas naciones.

El desarrollo del acuerdo enfrenta un contexto interno complicado en Sudán, donde desde abril de 2023 se libra una guerra civil entre el ejército gubernamental y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF). Este conflicto ha complicado la dinámica geopolítica, pues el grupo paramilitar RSF ha recibido apoyo del grupo Wagner, vinculado al gobierno ruso, mientras que el Kremlin ha mostrado respaldo al ejército sudanés.

En términos globales, la base naval rusa se suma a la creciente competencia militar en la región, donde Estados Unidos y China ya cuentan con instalaciones operativas en Djibouti. Además, esta nueva presencia refuerza los intereses estratégicos de Rusia en un momento en el que su única base naval en el Mediterráneo, ubicada en Tartus, Siria, enfrenta incertidumbre debido a la inestabilidad del país.

Los expertos señalan que el establecimiento de esta base no solo fortalece la influencia militar y política de Rusia en África, sino que también subraya la importancia estratégica del Mar Rojo como punto de enlace entre continentes y eje de las rutas comerciales mundiales. Los movimientos de Moscú en este sentido reflejan su interés en mantener y expandir su presencia geopolítica en regiones clave. El puerto donde se construirá la base rusa, en la costa del Mar Rojo, es un área única por su importancia global, ya que el tráfico marítimo de aproximadamente un octavo del comercio mundial pasa en sus inmediaciones.

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