Según un informe de Verisk Maplecroft, la proporción de la superficie mundial afectada por conflictos ha crecido considerablemente en los últimos tres años, incrementándose en un 65%. Esto representa aproximadamente 6.15 millones de kilómetros cuadrados (2.4 millones de millas cuadradas) de la masa terrestre global, pasando de un 2.8% en 2021 al actual 4.6%.
Este aumento ha sido impulsado por el incremento de la violencia en regiones como Ucrania, Myanmar, el Medio Oriente y un “corredor de conflicto” en la región del Sahel en África, una zona crucial que abarca desde Mali hasta Somalia. Durante este periodo, la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha tenido un impacto significativo en las cadenas de suministro globales, afectando especialmente las exportaciones de granos hacia el Medio Oriente y África. Además, los ataques de los rebeldes hutíes de Yemen han perturbado el tráfico marítimo en el Mar Rojo.
Desde 2021, el número de muertes relacionadas con conflictos ha aumentado en un 29%. En total, 27 países, incluidos Ecuador, Colombia, India, Indonesia y Tailandia, han experimentado un aumento significativo en el riesgo de conflicto. El informe destaca que el 86% de Burkina Faso está inmerso en conflictos actualmente, y Sudán y Etiopía han visto brotes de violencia a gran escala.
Angela Rosales, CEO de SOS Children's Villages International, informó que 470 millones de niños en todo el mundo están afectados por guerras, lo que conlleva graves consecuencias que abarcan más allá de muertes y lesiones. Además, los conflictos más antiguos persisten, con un incremento del 27% en los eventos violentos desde el inicio de la guerra en Ucrania. La Prof. Clionadh Raleigh, presidenta de Acled, indicó que es cada vez más difícil alcanzar acuerdos de paz cuando los conflictos involucran a numerosos grupos armados pequeños.
Por su parte, Iain Overton, director ejecutivo de Action on Armed Violence, señaló que la violencia ha aumentado en comparación con 2010, y añade que la década de 2020 se definirá por un incremento en el uso de ataques aéreos y drones. Esta escalada de violencia y la diversificación de métodos de ataque definen un panorama preocupante para la estabilidad global.
Hugo Brennan, director de investigación en Verisk Maplecroft, subrayó la importancia de que las empresas globales contemplen estos riesgos de conflicto al planificar sus operaciones, puesto que las disputas en regiones remotas pueden tener implicaciones directas en sus actividades.
El informe de Verisk Maplecroft destaca la magnitud del desafío que suponen los conflictos en la actualidad, no solo para las poblaciones directamente afectadas, sino también para la economía global y la estabilidad política mundial. Este contexto obliga a considerar estrategias de mitigación y respuestas coordinadas a nivel internacional para afrontar estos desafíos con eficacia.