Albrecht Weinberg, destacado sobreviviente del Holocausto y defensor de la memoria histórica, devolvió recientemente la Cruz Federal al Mérito que le fue otorgada en 2017. Esta decisión marcó su protesta contra lo que considera un preocupante auge de fuerzas de extrema derecha en el panorama político alemán. Weinberg, quien actualmente tiene 99 años, fue deportado al campo de concentración de Auschwitz a los 18 años en 1943 y también sobrevivió los horrores de Mittelbau-Dora y Bergen-Belsen, donde finalmente fue liberado.
A lo largo de su vida, Weinberg ha relatado lo que vivió durante el Holocausto, en el cual perdió a sus padres y a casi toda su familia. En 2012, regresó desde Estados Unidos a Leer, su ciudad natal en el norte de Alemania, acompañado de su hermana. Desde su regreso, ha trabajado intensamente en educar a jóvenes y adultos sobre la historia del nazismo y las lecciones del pasado, labor por la que recibió la condecoración.
El detonante de su protesta fue la reciente decisión de Friedrich Merz, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU), de aceptar el soporte del partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) en el impulso de medidas contra la inmigración. Aunque Weinberg expresó esperanza tras el rechazo parlamentario de una iniciativa apoyada por la AfD, destacó que permitir la colaboración con extremistas políticos sitúa a la democracia alemana "al borde del colapso", evocando similitudes con los años 30, antes de la llegada de los nazis al poder.
En señal de protesta, Weinberg comparó la situación actual con los inicios del régimen nazi y decidió devolver la Cruz Federal al Mérito como un símbolo de su desacuerdo. Su acto llevó a que la oficina del presidente federal, Frank-Walter Steinmeier, se comunicara con él para discutir su decisión.
Weinberg ha continuado participando en conversaciones con estudiantes y adultos para subrayar la importancia de no bajar la guardia ante el resurgimiento de ideologías extremistas. También expresó su inquietud por el antisemitismo y el odio que aún persisten en la sociedad actual, a pesar de los avances en diversidad cultural y mentalidad que observó desde su regreso a Alemania en 2012. Según los sondeos, la AfD ocupa actualmente el segundo lugar en intención de voto hacia las elecciones programadas para el 23 de febrero de 2025, lo que refuerza su preocupación por la dirección política que podría tomar el país.
Este gesto simbólico, aunque contundente, refleja el compromiso de Weinberg no solo con preservar la memoria de los crímenes del nazismo, sino también con advertir sobre los peligros que el extremismo sigue representando para la democracia alemana y mundial.