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Tensión entre Reino Unido y Francia por plan para confiscar 350.000 millones de dólares en activos rusos

El Reino Unido y Francia discrepan profundamente sobre la propuesta de confiscar aproximadamente 350 mil millones de dólares en activos rusos congelados. Mientras el gobierno británico respalda emplear estos fondos para fortalecer la defensa europea con ayuda de Estados Unidos, Francia objeta la medida argumentando aspectos legales y económicos.

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Tensión entre Reino Unido y Francia por plan para confiscar 350.000 millones de dólares en activos rusos

El Reino Unido y Francia discrepan profundamente sobre la propuesta de confiscar aproximadamente 350 mil millones de dólares en activos rusos congelados. Mientras el gobierno británico respalda emplear estos fondos para fortalecer la defensa europea con ayuda de Estados Unidos, Francia objeta la medida argumentando aspectos legales y económicos.

“Los activos congelados no pertenecen a Europa y su uso debería ser parte de una negociación con Rusia”

– Afirmó el presidente francés Emmanuel Macron.

3/3/2025

La posibilidad de confiscar 350 mil millones de dólares en activos rusos congelados en Europa ha provocado tensiones diplomáticas entre el Reino Unido y Francia. La propuesta busca destinar estos fondos a la compra de equipo de defensa estadounidense para reforzar la seguridad del continente europeo, lo que ha generado posturas encontradas entre los países implicados.

El Reino Unido, con activos congelados rusos valorados entre 28 y 30 mil millones de dólares bajo su jurisdicción, ha liderado los esfuerzos a favor de la confiscación, con el apoyo del secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, y del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy. Londres defiende que estos recursos deberían ser utilizados hasta que Rusia cumpla con las reparaciones de guerra a Ucrania, postura respaldada también por el exsecretario de Relaciones Exteriores David Cameron.

Por otra parte, Francia, donde se encuentran congelados activos rusos por alrededor de 220 mil millones de dólares (parte del total en Europa), se opone firmemente a esta medida. El presidente Emmanuel Macron ha expresado que utilizar estos fondos violaría el principio de inmunidad de los activos soberanos y podría desalentar las inversiones extranjeras en la zona euro, particularmente de países como China y Arabia Saudita. Macron también ha defendido que la cuestión requiere un enfoque negociado con Rusia y ha instado a Europa a reducir su dependencia de las armas estadounidenses.

Dentro de la Unión Europea, países como la República Checa, Estonia y Polonia han respaldado la confiscación de los activos rusos congelados, argumentando la necesidad de garantizar recursos para apoyar a Ucrania en medio de la guerra. En este contexto, se discute la creación de un fondo de hasta 100 mil millones de euros para financiar la compra de equipamiento militar tanto a empresas europeas como a fabricantes estadounidenses.

El presidente Macron ha propuesto una solución alternativa para reforzar la defensa europea mediante un incremento del gasto dentro de la OTAN al 3.5% del PIB. Este plan incluiría aprovechar fondos de cohesión de la UE no utilizados y emitir bonos de defensa conjuntos para financiar proyectos militares europeos.

Desde el lado británico, el ex primer ministro Rishi Sunak ha defendido la legalidad de la confiscación. Sunak argumentó que la invasión rusa a Ucrania quebranta el principio de igualdad soberana, lo cual podría justificar la apropiación de los activos como medida punitiva.

Mientras los debates sobre la viabilidad y legalidad de esta propuesta continúan, también existe la preocupación por mantener el apoyo estadounidense a Ucrania, sobre todo ante la incertidumbre de que un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca implique un cambio en la política de respaldo militar. Esta coyuntura puede determinar futuros enfoques en la cooperación euroatlántica en temas de defensa y finanzas relacionadas con el conflicto en Ucrania.

A pesar del compromiso conjunto entre Reino Unido y Francia de liderar una "coalición de los dispuestos" para resolver el conflicto ucraniano, este tema ha expuesto grietas significativas en cómo ambos países abordan la estrategia de seguridad y las responsabilidades internacionales respecto a los fondos rusos congelados.

El monto total de activos rusos congelados en Europa, estimado en 250 mil millones de dólares, equivale a más del PIB anual de varias economías pequeñas dentro y fuera de la Unión Europea.

Algo Curioso

“Los activos congelados no pertenecen a Europa y su uso debería ser parte de una negociación con Rusia”

– Afirmó el presidente francés Emmanuel Macron.

Mar 3, 2025
Colglobal News

La posibilidad de confiscar 350 mil millones de dólares en activos rusos congelados en Europa ha provocado tensiones diplomáticas entre el Reino Unido y Francia. La propuesta busca destinar estos fondos a la compra de equipo de defensa estadounidense para reforzar la seguridad del continente europeo, lo que ha generado posturas encontradas entre los países implicados.

El Reino Unido, con activos congelados rusos valorados entre 28 y 30 mil millones de dólares bajo su jurisdicción, ha liderado los esfuerzos a favor de la confiscación, con el apoyo del secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, y del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy. Londres defiende que estos recursos deberían ser utilizados hasta que Rusia cumpla con las reparaciones de guerra a Ucrania, postura respaldada también por el exsecretario de Relaciones Exteriores David Cameron.

Por otra parte, Francia, donde se encuentran congelados activos rusos por alrededor de 220 mil millones de dólares (parte del total en Europa), se opone firmemente a esta medida. El presidente Emmanuel Macron ha expresado que utilizar estos fondos violaría el principio de inmunidad de los activos soberanos y podría desalentar las inversiones extranjeras en la zona euro, particularmente de países como China y Arabia Saudita. Macron también ha defendido que la cuestión requiere un enfoque negociado con Rusia y ha instado a Europa a reducir su dependencia de las armas estadounidenses.

Dentro de la Unión Europea, países como la República Checa, Estonia y Polonia han respaldado la confiscación de los activos rusos congelados, argumentando la necesidad de garantizar recursos para apoyar a Ucrania en medio de la guerra. En este contexto, se discute la creación de un fondo de hasta 100 mil millones de euros para financiar la compra de equipamiento militar tanto a empresas europeas como a fabricantes estadounidenses.

El presidente Macron ha propuesto una solución alternativa para reforzar la defensa europea mediante un incremento del gasto dentro de la OTAN al 3.5% del PIB. Este plan incluiría aprovechar fondos de cohesión de la UE no utilizados y emitir bonos de defensa conjuntos para financiar proyectos militares europeos.

Desde el lado británico, el ex primer ministro Rishi Sunak ha defendido la legalidad de la confiscación. Sunak argumentó que la invasión rusa a Ucrania quebranta el principio de igualdad soberana, lo cual podría justificar la apropiación de los activos como medida punitiva.

Mientras los debates sobre la viabilidad y legalidad de esta propuesta continúan, también existe la preocupación por mantener el apoyo estadounidense a Ucrania, sobre todo ante la incertidumbre de que un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca implique un cambio en la política de respaldo militar. Esta coyuntura puede determinar futuros enfoques en la cooperación euroatlántica en temas de defensa y finanzas relacionadas con el conflicto en Ucrania.

A pesar del compromiso conjunto entre Reino Unido y Francia de liderar una "coalición de los dispuestos" para resolver el conflicto ucraniano, este tema ha expuesto grietas significativas en cómo ambos países abordan la estrategia de seguridad y las responsabilidades internacionales respecto a los fondos rusos congelados.

El monto total de activos rusos congelados en Europa, estimado en 250 mil millones de dólares, equivale a más del PIB anual de varias economías pequeñas dentro y fuera de la Unión Europea.

La posibilidad de confiscar 350 mil millones de dólares en activos rusos congelados en Europa ha provocado tensiones diplomáticas entre el Reino Unido y Francia. La propuesta busca destinar estos fondos a la compra de equipo de defensa estadounidense para reforzar la seguridad del continente europeo, lo que ha generado posturas encontradas entre los países implicados.

El Reino Unido, con activos congelados rusos valorados entre 28 y 30 mil millones de dólares bajo su jurisdicción, ha liderado los esfuerzos a favor de la confiscación, con el apoyo del secretario de Relaciones Exteriores, David Lammy, y del presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy. Londres defiende que estos recursos deberían ser utilizados hasta que Rusia cumpla con las reparaciones de guerra a Ucrania, postura respaldada también por el exsecretario de Relaciones Exteriores David Cameron.

Por otra parte, Francia, donde se encuentran congelados activos rusos por alrededor de 220 mil millones de dólares (parte del total en Europa), se opone firmemente a esta medida. El presidente Emmanuel Macron ha expresado que utilizar estos fondos violaría el principio de inmunidad de los activos soberanos y podría desalentar las inversiones extranjeras en la zona euro, particularmente de países como China y Arabia Saudita. Macron también ha defendido que la cuestión requiere un enfoque negociado con Rusia y ha instado a Europa a reducir su dependencia de las armas estadounidenses.

Dentro de la Unión Europea, países como la República Checa, Estonia y Polonia han respaldado la confiscación de los activos rusos congelados, argumentando la necesidad de garantizar recursos para apoyar a Ucrania en medio de la guerra. En este contexto, se discute la creación de un fondo de hasta 100 mil millones de euros para financiar la compra de equipamiento militar tanto a empresas europeas como a fabricantes estadounidenses.

El presidente Macron ha propuesto una solución alternativa para reforzar la defensa europea mediante un incremento del gasto dentro de la OTAN al 3.5% del PIB. Este plan incluiría aprovechar fondos de cohesión de la UE no utilizados y emitir bonos de defensa conjuntos para financiar proyectos militares europeos.

Desde el lado británico, el ex primer ministro Rishi Sunak ha defendido la legalidad de la confiscación. Sunak argumentó que la invasión rusa a Ucrania quebranta el principio de igualdad soberana, lo cual podría justificar la apropiación de los activos como medida punitiva.

Mientras los debates sobre la viabilidad y legalidad de esta propuesta continúan, también existe la preocupación por mantener el apoyo estadounidense a Ucrania, sobre todo ante la incertidumbre de que un eventual regreso de Donald Trump a la Casa Blanca implique un cambio en la política de respaldo militar. Esta coyuntura puede determinar futuros enfoques en la cooperación euroatlántica en temas de defensa y finanzas relacionadas con el conflicto en Ucrania.

A pesar del compromiso conjunto entre Reino Unido y Francia de liderar una "coalición de los dispuestos" para resolver el conflicto ucraniano, este tema ha expuesto grietas significativas en cómo ambos países abordan la estrategia de seguridad y las responsabilidades internacionales respecto a los fondos rusos congelados.

El monto total de activos rusos congelados en Europa, estimado en 250 mil millones de dólares, equivale a más del PIB anual de varias economías pequeñas dentro y fuera de la Unión Europea.

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