La semana pasada, Tesla anunció recortes en los precios de tres de sus cinco modelos, específicamente el Model Y, Model S y Model X, en varios países, incluidos Estados Unidos, China y Alemania. Esta decisión, que sigue a un declive en las entregas globales de vehículos de Tesla por primera vez en casi cuatro años, parece ser un intento de la compañía de revitalizar sus ventas y competir de manera más efectiva contra una creciente gama de vehículos eléctricos asequibles producidos por fabricantes tradicionales y nuevas empresas chinas.
El recorte de precios en Estados Unidos fue de US$ 2,000 para el Model Y, el vehículo eléctrico más vendido de Tesla en ese mercado, así como para los modelos S y X. Este cambio posiciona al Model Y a un precio inicial de US$ 42,990, mientras que el Model S y Model X se ofrecen ahora desde US$ 72,990 y US$ 77,990 respectivamente. Similarmente, en China, el precio del Model Y fue reducido en 14,000 yuanes, colocando el vehículo en el precio más bajo que jamás haya tenido en el mercado chino.
Además de estas reducciones, Tesla también ajustó los precios en Alemania y otros mercados europeos, así como en el Medio Oriente y África, en respuesta a las dinámicas del mercado y la presión competitiva internacional.